Domingo 8 de diciembre de 2019, p. 18
Grandes bancos internacionales tienen opiniones dividas respecto de mantener posiciones de inversión en instrumentos denominados en pesos mexicanos, opción que hasta ahora ha dado rendimientos mayores a los de otros países, según diversos analistas consultados por La Jornada.
Algunos enfatizan que la incertidumbre sobre las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, que comenzó su gobierno hace poco más de un año, hace recomendable reducir las inversiones de largo plazo en el país. Otros plantean que el atractivo no decae, al tener México la tercera tasa de interés más alta en el mundo, según datos del Banco de Pagos Internacionales.
Cifras del Banco de México (BdeM) revelan que hay 2 billones 77 mil 706.50 millones de pesos en bonos de deuda emitidos por el gobierno mexicano en el mercado interno en poder de inversionistas extranjeros.
Un informe de noviembre pasado que Morgan Stanley dio a sus inversionistas llamó a dejar la deuda de largo plazo en México y tomar las ganancias actuales.
El banco de inversión sostuvo que lo que se puede ganar de los activos en el país no compensa el riesgo de políticas públicas con alta probabilidad de fracaso y pocas posibilidades de repunte en el crecimiento.
Recalcó que en el mercado de soberanos hay riesgo de que a principios del año próximo Moody’s baje su calificación de la deuda avalada por el Estado mexicano por tres condiciones: menor crecimiento, más gasto y una caída en la producción de Petróleos Mexicanos.
Nosotros todavía vemos que la tasa de interés continúa siendo atractiva, por eso no vemos un éxodo de capitales
, manifestó en entrevista Gabriela Soni, gerente de inversiones de UBS Asesores México.
Explicó que en el mundo existen 13 billones de dólares en valores con rendimientos negativos, dado que en esos países las tasas de interés son menores que las respectivas inflaciones, por ello los rendimientos en México mantiene un atractivo a escala internacional.
En esta nación la tasa de interés de referencia es de 7.50 por ciento y, aunque ha disminuido en el último año medio punto porcentual, es la tercera más alta entre los países emergentes: está en 63 en Argentina y 14 en Turquía.
Con una inflación de 3 por ciento anual, la tasa de interés real en México es de 4.50.
Soni detalló que, de acuerdo con UBS, se analizó la tenencia de valores gubernamentales en manos de inversionistas extranjeros que publica el BdeM y de junio a octubre el flujo ha sido negativa. Este escenario se recarga en que la postura de relajamiento monetario por varios bancos centrales y una trayectoria de inflación a la baja por el bajo crecimiento de la economía mantiene la expectativa de más recortes en la tasa de interés, lo cual significa para los poseedores de esos bonos un menor rendimiento.
Por su parte, Marco Oviedo, economista jefe para México de Barclays, enfatizó que, por el momento, no se recomienda a sus clientes dejar posiciones en la deuda mexicana a largo plazo.
Confió en que los ajustes fiscales que el gobierno federal ha prometido para mediados de la administración puedan contener las perspectivas de un peor desempeño en el país.