A un año de haber comenzado su gestión como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum reconoció que falta mucho por hacer en materia de seguridad, el problema que más afecta a la población, pero confió en que poco a poco habrá mejores resultados porque se está respondiendo con presencia, inteligencia y estrategia a la delincuencia.

Acompañada por su gabinete, representantes del Poder Judicial y Legislativo, señaló que si bien aún existe una lista negra de delitos se logró revertir la tendencia a la alza de los de alto impacto, al tiempo que se comprometió a que el próximo año se erradicará el robo en transporte público, a automovilistas y a casa habitación con violencia.

En el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde acudieron invitados especiales, entre ellos el canciller Marcelo Ebrard y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, destacó los avances en educación, vivienda, mujeres, infraestructura, movilidad, cultura, innovación y seguridad.

Sin porras a su llegada ni a su salida, sin alterar el tránsito, salvo el cierre de una cuadra sobre Donceles, en una ceremonia discreta ante alcaldes, diputados federales y locales de Morena, afirmó que recibió las instituciones de seguridad y procuración de justicia con corrupción y coludidas con la delincuencia, agregó que empezó con un año violento, pero se logró una reducción de 20 por ciento en homicidios dolosos, 27 en robo a vehículo y en 60 por ciento el robo a pasajeros dentro del Metro.

Sobre el combate a la violencia de género, destacó que se ha logrado detener a mil 27 agresores sexuales, 91 de ellos por violación, entre ellos 793 por abuso sexual, 119 por acoso y 11 por corrupción de menores, y se comprometió a fortalecer los centros de atención a mujeres y acabar con la impunidad en todos los casos.

Afirmó que su gobierno se caracteriza por la obsesión de encontrar las causas de los fenómenos sociales y técnicos, en tomar decisiones sin ocurrencias ni improvisaciones y sí con planeación, método y con fortaleza científica.

Dijo que es parte de un movimiento que no tolera la traición al pueblo, ni la corrupción, que luchó contra la privatización del patrimonio y del espacio y que inició el camino de la transformación hace un año y no habrá marcha atrás. Este cambio nadie lo va a parar.