Sábado 7 de diciembre de 2019, p. 11
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) tiene la meta de colocar, para el próximo año, 529 mil financiamientos y lanzar un programa de créditos solidarios en el que se reconozca la diversidad de las estructuras familiares que existen en el país, se dio a conocer ayer en la 119 Asamblea General Ordinaria de este organismo.
Carlos Martínez Velázquez, director del Infornavit, destacó que se ha iniciado la transformación del instituto, cuyo propósito es poner a los trabajadores en el centro de su labor. De esta manera, expuso que se ha flexibilizado la restructura de los préstamos para ofrecer soluciones de pago y se han incrementado los montos de los créditos.
Ante los secretarios de Gobernación (SG), Olga Sánchez Cordero; Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer, y del Trabajo, Luisa María Alcalde, así como representantes de los sectores empresarial y obrero, el funcionario añadió que a su llegada al cargo encontró serias fallas, ineficiencias e insuficiencias que desviaron al organismo de su misión.
El Infonavit se había vuelto un negocio personal para algunos: la visión privada había sustituido su vocación social. Acciones que se consideraban sinónimo de éxito, en realidad representaban un fracaso, una traición a la razón de ser del organismo y una deslealtad a los trabajadores, afirmó.
Por ejemplo, Martínez Velázquez expuso que se medía como un éxito la recuperación de garantías, es decir, los juicios ganados en contra de los trabajadores que habían caído en suspensión de pagos. Se estimaba un acierto retomar una casa que no se había terminado de pagar para volver a venderla. De hecho, nueve de 10 acciones de recuperación se dirimían en el sistema judicial, resaltó.
Al considerar que sólo se puede hablar de éxito cuando un trabajador termina de pagar su crédito y tiene un patrimonio, recordó que el instituto funcionó por muchos años como una inmobiliaria, como si su propósito fuera vender casas, donde fuera: en medio de la nada, sin una gota de agua o un camino de acceso y sin servicios de transporte, drenaje, de salud o educativos.
Por su lado, la titular de la SG dijo estar segura de que en el órgano tripartita que es el Infornavit hay un consenso para no regresar al pasado. Sé que a todos los presentes nos une la visión de cambiar el modelo de vivienda expansivo, caro y poco adecuado para los trabajadores, el cual, pensado desde la oferta, nos legó graves problemas, sobre todo en los juicios masivos, en los que los despachos de cobranzas hicieron su agosto y los trabajadores fueron despojados de su patrimonio. Estoy convencida de que nadie en esta asamblea puede apoyar estas prácticas depredadoras
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En representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, Meyer expuso que del total de viviendas en México, la cuarta parte, casi 10 millones, presentan condiciones de rezago habitacional, es decir, son viviendas que necesitan mejoras parciales o totales para garantizar la calidad de vida de las familias.
Además, del total de esas viviendas en rezago, 70 por ciento pertenece a personas que no están afiliadas a instituciones como el Infonavit. Son prácticamente 7 millones de familias a las que el Estado no les dio ninguna opción, añadió.
Los desafíos en materia de vivienda llaman a cambiar la forma en que se ha trabajado en el sector público, destacó.
Durante la asamblea se aprobó el plan estratégico financiero para 2020 y el código de ética del Infonavit, en el cual también se modificarán los parámetros de medición de su éxito, a fin de que refleje la calidad del servicio que ofrece a los trabajadores.