El Colegio Académico de la UAM aprobó eliminar del Reglamento de Ingreso, Promoción y Permanencia del Personal Académico (Ripppa) la condición de que sólo podría asignarse la categoría más baja –la A– a los docentes que ganaran los concursos de oposición y de evaluación curricular, sin tomar en cuenta las capacidades académicas y profesionales, así como la experiencia.

De esta forma, el órgano colegiado de esa casa de estudios dio marcha atrás en las recientes reformas del Ripppa, las cuales habían generado un fuerte descontento entre una parte importante de la planta docente de la institución.

Este reglamento fue aprobado apenas en julio pasado, y puesto en práctica en agosto, lo que provocó molestia entre los académicos de la UAM, principalmente en profesores contratados por horas-clase –muchos de ellos con cinco o 10 años de antigüedad–, pues a la hora de concursar las plazas definitivas, no se les tomaban en cuenta sus capacidades, dándoles la categoría más baja. Este tipo de personal docente es el que imparte 40 por ciento de las clases en la UAM.

Las plazas de evaluación curricular son las temporales y las de oposición, las definitivas, y en ambos casos, las respectivas comisiones podrán otorgarles la categoría conforme a sus capacidades.

En su sesión de este martes, el Colegio Académico de la UAM, aprobó una serie de dictámenes vinculados con la creación de nuevos posgrados, modificaciones y adecuación de los planes de estudios de una docena de licenciaturas y maestrías.

Además, el rector general, Eduardo Peñalosa, informó sobre la contratación del despacho Salles Sainz-Grant Thornton por un año más como auditor externo de la universidad.