Miércoles 4 de diciembre de 2019, p. a15
La nadadora Fernanda González visualiza alcanzable la hazaña de calificar a sus terceros y últimos Juegos Olímpicos en Tokio 2020, aunque admitió que ha tenido altas y bajas ante una añeja lesión de hombro que le aqueja desde juvenil, que asegura, no fue tratada de manera adecuada y finalmente requirió intervención quirúrgica, de la que aún está en proceso de rehabilitación.
Ya son 20 años de nadar, obviamente mi cuerpo necesitaba descanso y atenderse. Y pues me tocó pagar la factura, desgraciadamente no en el mejor momento, pero esto lo que se tiene que trabajar
, asentó en entrevista la nadadora de 29 años que ostenta casi todos los récords mexicanos en las pruebas de dorso.
No es una frenada. Desde que tengo 14 años empecé con problemas en el hombro; en ese entonces fue el manguito rotador lo que se me fregó primero; estaba muy joven y el tratamiento fue hacer terapia de fortalecimiento y elasticidad; la verdad es que se me curó por completo
, recordó la ondina.
Es un tema de nadadores, que tienes que lidiar con lesiones de hombro; son muy comunes y normales, pero después de Barranquilla (Juegos Centroamericanos 2018), me casé durante el lapso de descanso antes de iniciar la preparación de Panamericanos, y cuando empecé a practicar no me respondía el hombro, no nada más al entrenar
, dijo.
Explicó que los médicos, tanto particulares como de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, coincidieron en un tratamiento conservador de terapia, que no funcionó. Principalmente, no se alcanzó a recuperar para los Juegos Panamericanos y fue operada, hace 12 semanas.
Fernanda ya empezó a nadar y podrá continuar con su preparación en Florida con Gregg Troy, en enero, y a partir de febrero intentará la calificación a Tokio 2020 en las series y copas autorizadas por la federación internacional (FINA).