México es el segundo país de América Latina con la mayor proporción de pobres respecto del total de su población, solo detrás de Honduras, exhibió la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En total, 41.5 por ciento de población es pobre (cifra que sube a 45.4 por ciento en el caso de los indígenas) y 10.6 por ciento vive en pobreza extrema.

Sumado a ello, el salario mínimo en México es el más bajo de la región, reportó en conferencia de prensa Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la comisión.

Sugirió que su incremento es una de las políticas centrales a las que debe dar prioridad el gobierno, lo mismo que al gasto social.

De acuerdo con la funcionaria México es una de las sociedades más desiguales y pese a ello se asigna menos 8.7 por ciento del producto interno bruto (PIB) al gasto social, por debajo del resto de la región. No se otorga los suficiente, agregó Bárcena, quien respaldó la política del presidente Andrés Manuel López Obrador en el rubro.

No obstante, los recursos con que cuenta el país no pueden estirarse, acotó la funcionaria de Naciones Unidas. Mejorar la progresividad de la estructura tributaria es algo que hay que hacer, es decir, gravar de otras maneras al 10 por ciento de la población más rica. Detalló que si bien el gobierno es reticente a hablar abiertamente de una reforma tributaria, tarde o temprano vamos a tener que llegar a ese punto.

Recalcó que pese a los resultados de la economía en lo que va del año, cuando el crecimiento se exhibe nulo, la Cepal tiene un estimado de crecimiento de 0.2 por ciento. “Ahí estamos por el momento (…) No creemos que México esté en recesión”. Confió en que con el impulso a la infraestructura que se anunció recientemente la economía repuntará en 2020.

América Latina ha subestimado la desigualdad, consideró. Se han promovido políticas para sacar a la gente de la pobreza que dieron pie al robustecimiento de estratos de ingresos medios a los que, sin embargo, se les ha excluido de la educación, la inserción laboral y la protección social, recalcó desde la sede de la Cepal en Santiago de Chile.

Se ha alimentado una cultura del privilegio que permea a instituciones de Estado, las que reproducen el comportamiento de los agentes con mayor poder político y económico, explicó durante la presentación del informe Panorama social de América Latina 2019.

La cultura del privilegio se expresa en la evasión fiscal y la renuncia tributaria, detalló. La evasión representa 6.3 por ciento del producto interno bruto (PIB), la mitad del gasto social en la región. Actualmente, 76.8 por ciento de la población de América Latina pertenece a estratos de ingresos bajos o medios-bajos, los pertenecientes a estratos de ingresos altos pasaron en 15 años de 2.2 a 3 por ciento.

Desde hace cuatro años todo apunta a un rebote en los indicadores de pobreza. Al cierre de 2019 se estima que a los 185 millones de pobres se agreguen 6 millones, para un total de 191 millones; todos ellos irán directamente a pobreza extrema, con lo que esta población pasará de 66 a 72 millones.

Los incrementos en la cifra de pobres castigarán a las zonas rurales, a los más jóvenes y a los indígenas.