Europa Press. Evidencia de fósiles de hielo fueron halladas en la superficie del meteorito Acfer 094, el cual fue encontrado en las montañas de Argelia en 1990 y datado hace 4 mil 600 millones de años.

Se considera que el meteorito, de 82 gramos, alberga evidencia del sistema solar primitivo y, por lo tanto, puede proporcionar pistas sobre cómo se formaron los planetas y otros cuerpos celestes.

En este nuevo esfuerzo, publicado en Science Advances, los investigadores de China, Japón y Reino Unido estudiaron el meteorito utilizando nanotomografía computarizada de rayos X basada en radiación sincrotrón. Encontraron evidencia de poros extremadamente pequeños de 10 micras de diámetro.

Piensan de que los poros son cristales de hielo fosilizados o, más correctamente, pequeñas hendiduras en la superficie del meteorito que alguna vez contuvo cristales de hielo. Sugieren que los poros se quedaron cuando el meteorito cruzó la línea de nieve, esfera virtual que rodea el sol y marca el límite donde su calor derrite el hielo en los meteoritos.

También encontraron evidencia de formación de minerales en los poros, el resultado de las interacciones entre el agua y los materiales en la roca que forman el meteorito.

Pero los investigadores plantearon más interrogantes: señalan que no podría haber suficiente agua en los poros para producir las cantidades de minerales que encontraron. Tenía que haber más hielo.

Sugieren que lo anterior es una señal de que el cuerpo de los padres –creen que el meteorito alguna vez fue parte de un objeto más grande– era heterogéneo. Además, suponen que cuando el cuerpo de los padres cruzó la línea de nieve, el hielo de la superficie se habría derretido y disipado. Esto habría resultado en un mayor contenido de agua o hielo en el núcleo que las capas externas.

Tal hallazgo es importante, afirman, porque podría conducir a una mejor comprensión de cómo llegó el agua a la Tierra. Sugiere que vino más lejos de lo que se pensaba del sistema solar.