Con pruebas científicas consolidadas y policías de investigación convertidos en verdaderos detectives, se busca que los casos que se presenten a los jueces de control sean imbatibles y se castigue a quienes cometieron algún delito, afirmó la procuradora general de Justicia, Ernestina Godoy.

Hoy, señaló, el sistema acusatorio establece nuevos estándares probatorios, en el que la prueba científica adquiere relevancia en la presentación de dictámenes periciales sólidos, que aporten a los impartidores de justicia elementos suficientes para dictar sentencia.

La sicología forense, en este sentido, será de gran relevancia y formará parte del trabajo multidisciplinario que comenzará en enero, cuando se concrete la transición de la procuraduría a Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, afirmó.

En la inauguración del Coloquio internacional sobre la intervención del sicólogo forense en la procuración y administración de justicia, destacó que cada vez se advierte la importante interrelación entre la sicología y el derecho, toda vez que ambas confluyen en su interés por la conducta social.

Dicha conexión exige que se armonicen los lenguajes legales y sicológicos, lo que permitirá lograr una mayor eficiencia en la procuración y administración de justicia, afirmó ante personal de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, en Ciudad Universitaria.

La participación de las y los profesionales en sicología forense incide en diversas ramas del derecho, al determinar la reparación del daño en materia civil, y en la toma de decisiones sobre controversias del orden familiar.

Además de las evaluaciones sicológicas victimales para determinar la peligrosidad de personas sentenciadas por delitos de alto impacto, así como el acompañamiento, cuidado y evaluación de personas menores de edad que participan en procesos judiciales, entre otros, comentó.