16 de noviembre de 2019 • Número 146 • Suplemento Informativo de La Jornada • Directora General: Carmen Lira Saade • Director Fundador: Carlos Payán Velver

Maíz


La defensa del maíz desde el territorio: moviendo al elefante

Alfredo Álvarez Ramírez Maestro en Desarrollo Rural por la UAM-X, Integrante fundador del Frente en Defensa del Maíz, activista. @alfred_alva

El pasado 24 de septiembre el Senado de la República aprobó en el pleno, el dictamen que expide la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo (LFFPMN), impulsada por las senadoras Ana Lilia Rivera y Jesusa Rodríguez, el cual reconoce la producción, comercialización, diversificación y consumo como un símbolo de identidad cultural nacional. Hasta ese día, el proceso jurídico de defensa y protección de nuestro maíz avanzaba bien, incluso se formalizó al 29 de septiembre como una fecha de fiesta nacional en honor al maíz.

Dicho dictamen, tal como marcan los procesos legislativos, fue enviado a la Cámara de Diputados, en específico a la Comisión Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, cuyo presidente, el diputado Eraclio Rodríguez, no convocó en tiempo y forma a reunión para la discusión y aprobación en sus términos del dictamen de dicha ley.

Tras dos convocatorias fallidas por falta de quórum, se citó a reunión para el miércoles 6 de noviembre. El tema de la ley estaba en la orden del día y parecía que los consensos estaban dados para su aprobación en sus términos.

Sin embargo, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) inició una intensa campaña mediática basada en mentiras, bots y opinólogos al servicio de la agroindustria. El lunes 4 de noviembre apareció en la prensa un artículo firmado por Carlos Mota, intitulado Kilo de tortilla a $60, si aprueban ley. Y, en redes sociales, tal como lo señaló la Campaña Nacional Sin maíz no hay País, aparecieron cientos de cuentas bots haciendo eco a esta difamación.

Aunado a la mentira inverosímil de que la tortilla subiría hasta 60 pesos en caso de aprobarse la LFFPMN, el CNA prosiguió con lo siguiente: “prohíbe los híbridos”, “aumentarán las importaciones de maíz”, “se frenará la investigación biotecnológica en México”, entre otras cosas.

Ahora la iniciativa de ley se encuentra en jaque legislativo: por un lado, la agroindustria impuso su lucha por preservar sus intereses e intenciones de privatizar nuestras semillas y, por el otro, hay legisladores que no tienen voluntad para hacer realidad la protección y el fomento de nuestro maíz nativo.


¿Por qué es importante que se apruebe esta iniciativa de ley?


1. Es una ley preponderantemente declarativa (no regulatoria); genera derechos culturales y de alimentación a través de declarar el maíz nativo un derecho humano del pueblo mexicano.


2. La iniciativa busca garantizar y fomentar, a través de las autoridades competentes, que todas las personas tengan acceso efectivo al consumo informado de maíz nativo y en diversificación constante, así como de sus productos derivados.


3. Es necesario que esto suceda antes de que entre en vigor el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que correríamos el riesgo de no poder proteger nuestras semillas; por eso es indispensable su pronta aprobación para que el maíz y su riqueza queden protegidos.


4. No implica que quieran quitarse o retirarse del mercado los maíces híbridos, ni que esto sea un retroceso para el país.


5. La Iniciativa No es restrictiva de los OGM ni de la biotecnología moderna, o de su investigación; esa materia se encuentra regulada en la Ley de Bioseguridad de los OGM.

Protección y defensa del maíz nativo desde los territorios

A nivel local, desde nuestro territorio, Colima, hemos defendido las 11 variedades de maíz nativo que, de acuerdo con la Conabio, existen en nuestra entidad, ello no es menor, en términos porcentuales hablamos del 17% de las 64 que se tienen identificadas en el país. Así, desde el pasado 4 de agosto del presente año somos la tercera entidad en contar con una Ley de Fomento y Protección del Maíz Nativo como patrimonio alimentario del Estado de Colima (LFPMNC). Dicho logro es fruto de la suma de voluntades para un fin común, la defensa de nuestras semillas ancestrales.

Recordemos que México es centro de origen del maíz. A lo largo de más de 10,000 años, nuestros ancestros domesticaron el cultivo, el cual consideraban sagrado. En palabras de Guillermo Bonfil, hablar de maíz es mucho más que entender al maíz como un grano. La cultura del maíz se encuentra arraigada en nuestra memoria colectiva. No por nada en el Popol Vuh de los mayas se lee que somos hijos e hijas del maíz. En síntesis, el maíz es un símbolo colectivo y cultural que logra unificarnos como pueblo en su defensa. En ese sentido, me permito compartir la experiencia que hemos tenido con nuestro colectivo.

Un colectivo en defensa del maíz nativo y su cultura

Para lograr la protección jurídica en Colima, como Frente en Defensa del Maíz, nos movilizamos y organizamos para hacer una campaña de información con el objetivo de recabar firmas en apoyo a la LFPMNC; para ello, aprovechamos la coyuntura de la Consulta Nacional sobre el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México para instalarnos junto a los módulos con nuestra propia mesa y recabar firmas. De manera voluntaria y autogestiva logramos reunir cerca de mil firmas, gracias al esfuerzo y voluntad de cada integrante del Frente.

La iniciativa de Ley fue presentada por el Frente en Defensa del Maíz el pasado 6 de diciembre del 2018 ante el Congreso del Estado de Colima. Ahí los diputados locales de la bancada de Morena salieron a escuchar y a dar seguimiento a la iniciativa planteada por el movimiento. El proceso legislativo de la LFPMNC continúo su curso, en varias ocasiones acudimos a defenderla ante otras instancias interesadas, como el propio INIFAP, que al final dio su respaldo. Por su parte, con quien se tuvo una mayor fricción fue con el gobierno del estado, en especial con la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder). Ante esta lucha de fuerzas, estar presente en las mesas de trabajo fue crucial para argumentar y defender la LFPMNC.

Finalmente, la Ley se aprobó en el Congreso del Estado el 5 de julio del 2019 por unanimidad. Quiero resaltar el apoyo y la importancia de que gente formada en los movimientos esté hoy en alguno de los poderes, como por ejemplo el diputado local Vladimir Parra, quien impulsó y tomo como suya dicha iniciativa. Lo anterior lo menciono debido a que en enero del 2014 se había presentado una iniciativa de Ley similar y en ese entonces los diputados la rechazaron. Ejemplo concreto de cómo la correlación de fuerzas es importante y de lo significativo e importante de los movimientos para generar cuadros que se formen en las calles.

Con dicha aprobación de la Ley, el maíz pasa a ser patrimonio alimentario de la entidad, además de que se protegerán y consumirán las variedades de maíz nativo del Estado, mediante la creación de un Consejo Consultivo que tendrá carácter de vinculante con la Sader. Además, se fomentarán y apoyarán “Casas de Semillas” ejidales, comunales o hasta municipales, lo que es un gran paso hacia la búsqueda de la soberanía alimentaria en nuestra entidad.

Es muy importante señalar que, en Tlaxcala, Michoacán, Morelos y Colima ya existen leyes de fomento y protección del maíz nativo.

Ante las mentiras lanzadas por diversos intereses transnacionales que intentan controlar nuestras semillas, creemos importante dar a conocer la experiencia, la Ley Federal de Fomento y Protección del Maíz Nativo no encarecerá el precio de nuestro alimento sagrado, por el contrario, busca garantizar el acceso a esas variedades deliciosas y sobre todo nutricionales para todas y todos. Desde Colima mandamos nuestro apoyo y respaldo a las senadoras Ana Lilia Rivera, Jesusa Rodríguez, a la camarada Adelita San Vicente, a Elena Álvarez-Bullya, a Víctor Suarez, Julieta Ponce, Malin Jönsson, Julia Álvarez-Icaza y Enrique Pérez, a la campaña Nacional Sin Maíz no hay país y a la Demanda Colectiva, por ser ejemplo de unidad por nuestra gran comunidad que es México.

Sembrando comunidad, cosechamos bienestar.

Otro México ya es posible. •