El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, afirmó que el fortalecimiento y ampliación de la infraestructura hospitalaria debe efectuarsepor etapas y hay que hacerlo bien.

Al inaugurar el XVII congreso internacional Hospital del futuro: reintegrando la atención de la salud, reiteró que en esta administración federal “no vamos a dejar elefantes blancos en obra negra (…) No se permite inaugurar ningún hospital hasta que no se tenga la planilla, el personal y todo el equipo completo”.

Agregó que para 2020, el IMSS invertirá 13 mil millones de pesos en un programa de infraestructura hospitalaria que definirá sus prioridades considerando siempre zonas y regiones con mayor necesidad, a través de indicadores médicos. La eficiencia y la transparencia, aseveró, serán prioritarias, pues cada hospital entregado debe garantizar más consultas y más cirugías.

En cuanto a las metas sexenales, el funcionario federal destacó que se buscará garantizar que por cada mil derechohabientes se cuente con una cama de hospitalización, cifra que actualmente es de 0.64. También reiteró que al concluir esta administración se prevé que operen cerca de 111 nuevos hospitales y 200 proyectos de infraestructura adicionales en todo el país, así como la remodelación de 120 nosocomios y la construcción de 132 unidades médicas familiares.

Rendición de cuentas

Robledo enfatizó que para alcanzar estas metas también se requieren mejores procesos de selección, mayor competitividad y eficiencia y, sobre todo, mayores criterios de rendición de cuentas en la construcción de quienes nos proveen estos servicios.

En ese acto, convocado por la Sociedad Mexicana de Arquitectos Especializados en Salud, Asa Christina Laurell, subsecretaria de Integración y Desarrollo, destacó que uno de los temas prioritarios de la agenda de salud de este sexenio será el fortalecimiento del primer nivel de atención, en particular para la población sin acceso a seguridad social.

Ante arquitectos y expertos en infraestructura sanitaria, afirmó que con su fortalecimiento se podrán garantizar servicios públicos equitativos y de calidad. No obstante, reconoció que se enfrentan desafíos.

Enfatizó que de acuerdo con los primeros resultados del diagnóstico sobre infraestructura de salud en los estados, con el que se ha levantado un censo estratégico de servicios estatales con 850 variables para unidades médicas de primer nivel y de mil 300 para hospitales rurales, destacó que se han detectado entidades con profundos rezagos y otras con buena infraestructura.

Es el caso, detalló en entrevista, de San Luis Potosí, pero reconoció que en ocho entidades del sur del país se detectaron 42 centros de salud sin conexión a agua potable, luz o drenaje, mientras en varios estados se carece de mesas de exploración, sillas, escritorios y equipo básico.

Por ello, aseguró, en 2020 se prevé una inversión de 6 mil millones de pesos, aunque aclaró que para garantizar el equipamiento y los medicamentos se tendrán que buscar los recursos, principalmente en los estados.

El proyecto de Atención Primaria de Salud Integrada e Integral Mx, afirmó, también tendrá un sistema de evaluación estricta en el que nos ponemos de acuerdo con los estados, qué van a hacer con la inversión, y luego evaluamos que efectivamente lo hayan hecho. Hay una parte de transparencia muy severa. Agregó que todo uso indebido de recursos tiene una sanción.