l tercer trimestre del año, los ingresos presupuestarios del sector público federal ascendieron a 3 billones 977 mil millones de pesos, cifra sólo -12 mil millones (-0.3%) abajo de lo programado; menos puntual ha sido el gasto ejercido que fue de 4 billones 187 mil millones, -151 mil 300 millones (-3.5%) inferior a lo presupuestado (Gráfico 1). La diferencia entre ambos arroja un déficit presupuestario de -210 mil 500 millones, monto que al sumarle los 50 mil 300 millones de superávit de los organismos bajo control presupuestario indirecto nos da un Déficit Público de -160 mil 200 millones, menor en 189 mil 300 m al déficit presupuestado (-349 mil 500 m)

Excluyendo del gasto lo pagado por costo financiero de la deuda (465 mil millones de intereses y gastos menores), el mencionado Déficit Público se convierte en un Superávit Primario de 280 mil millones, 127 mil m (82.8%) superior a lo presupuestado. Este mejor resultado numérico primario sería plausible si no se sustentara en un rezago en el gasto y particularmente en inversión productiva que paliara la desaceleración económica.

El subejercicio del gasto respecto a lo aprobado va disminuyendo (-5.9% en junio y -3.5% en septiembre), y obedece a razones diversas, unas positivas (ahorros, cierre de "fugas", desvíos y dispendios) y otras no tanto (proyectos obstaculizados, fallas de instrumentación en nuevos programas e inversiones, falta de planeación económica). Por organismos, salvo casos excepcionales, como el sobre ejercicio de 10.5% registrado en la CFE o en secretarías como Economía (46.0%) y Bienestar (6.4%), el subejercicio es prácticamente generalizado en el sector público (Gráfico 2).

En materia de inversión física no se dispone de cifras sobre el avance presupuestal por lo que la comparación de lo ejercido al tercer trimestre es con su equivalente de 2018; así, la inversión física total en este año es aun -14.4% inferior en términos reales a 2018, y de sus componentes, sólo es superior (15.8%) la inversión física en seguridad nacional, disminuyendo la referente a desarrollo social (-6.7%), y a desarrollo económico (-20.8%) (Gráfico 3).

La deuda pública federal ascendió al cierre de septiembre a 11.424 billones de pesos en términos brutos (lo que se adeuda), 405 mil millones más que en diciembre de 2018, y representó el 46.7% del PIB trimestral estimado. De la deuda total, 64.8% es interna y 35.2% externa (Gráfico 4).

En síntesis, las finanzas públicas gozan de cabal salud, sólo que la economía real no se ha enterado.

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