Bogotá. El presidente Iván Duque pidió ayer investigar el reclutamiento de menores de edad por grupos armados, tras la polémica por una operación contra disidentes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia el pasado 29 de agosto, en la región de Caquetá, en la que murieron ocho niños, y que llevó al ministro de Defensa, Guillermo Botero, a dimitir.

Todos los colombianos debemos unirnos para rechazar esos reclutamientos de menores. Unirnos porque esa ha sido una práctica histórica del terrorismo en Colombia, una práctica deleznable sobre la cual esperamos que primero se surtan todas, absolutamente todas las investigaciones de lo que ocurrió en otrora, sostuvo Duque en sus primeras declaraciones sobre este caso durante el 39 Congreso Agropecuario de Colombia.

Condenó a las estructuras de las guerrillas armadas y dijo que los residuales, los disidentes, el ELN (Ejército de Liberación Nacional), los Pelusos y los Puntilleros quieren quitarles sus hijos al campo. En Twitter sostuvo que se debe judicializar a los cabecillas que siguen haciendo esas prácticas.

Botero dimitió el miércoles pasado luego de que un legislador Roy Barreras lo acusó de no revelar que ocho menores, de entre 12 y 17 años, murieron en la operación militar.

Humberto Sánchez, alcalde del municipio de San Vicente del Caguán, región donde ocurrió el ataque, confirmó ayer a RCN Radio que una mujer de 16 años que perdió un brazo durante el bombardeo fue hallada por militares y entregada al entregada a las autoridades, pese a que no fue reportada como desaparecida tras el incidente.

Tras la polémica, Alberto Brunori, representante en Colombia de la Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, instó en un comunicado: recomendamos a Colombia utilizar todos los estándares del derecho internacional relevantes para garantizar los mayores niveles de protección posibles para los niños, niñas y adolescentes que sufren los efectos de la violencia.