La Puerta de Brandeburgo en el 30 aniversario de la caída del Muro en Berlín será el escenario donde Daniel Barenboim encabezará un concierto con la Orquesta Estatal de esa ciudad, como parte de las conmemoraciones con motivo histórico acontecimiento del 9 de noviembre de 1989.

Esa noche los ciudadanos poseídos por frenesí y asombro desafiaron a las fuerzas policiales al comenzar a escalar la valla de hormigón y traspasar en multitud por distintos puntos de la frontera. Al amanecer, armados con martillos y picos, comenzaron a derribar el Muro.

Uno de los puntos más simbólicos de Berlín, la Puerta de Brandeburgo, acogerá la música del compositor alemán Ludwig van Beethoven. La Sinfonía del destino, la número cinco, resonará, mientras se dibujará un arco histórico, donde se narrará desde la construcción del muro que dividió Alemania hasta su apertura, con imágenes históricas y material cinematográfico en un gran montaje musical y multimedia, como una expresión de coraje, anhelo de libertad y gran simbolismo.

‘‘Así llama el destino a la puerta”, describió el propio compositor el motivo inicial, uno de los más reconocidos de esa obra que se estrenó en 1808. Los sonidos de la orquesta marcarán la entrada triunfal de una era de libertad, que antecedió a la reunificación alemana y el fin de la guerra fría. Barenboim, director argentino-israelí, quien defiende la paz y pugna por la reconciliación, llevará la batuta, como también lo hizo en el 25 aniversario, en ese sitio, con el Himno a la alegría.

Siete sitios simbólicos

Del 4 al 10 de noviembre la capital alemana se erige en una galería abierta durante siete días como parte del Festival 30 años. Revolución Pacífica-Caída del Muro. Habrá más de cien actividades para rememorar y debatir este hito que cambió al mundo.

Siete puntos simbólicos de la ciudad se iluminarán y cobrarán vida para contar la historia gracias a proyecciones de video con imágenes a gran escala, animaciones y audios con las atmósferas y testimonios de aquel entonces. Así, el visitante se verá inmerso en el pasado.

La iglesia de Getsemaní, donde creció la oposición a la República Democrática Alemana, la Alexanderplatz, lugar de ojos vigilan-tes donde el 4 de noviembre se hizo una gran protesta, la Puertade Branderburgo que vio esce-nas de desbordada alegría, la avenida Kurfürstendamm que recibió los primeros encuentros entre berlineses orientales y occidentales, la antigua sede de la agencia de inteligencia Stasi, la Schlossplatz, sede del primer parlamento libre, y la East Side Gallery, más de un kilómetro de muro que se conservó y donde más de cien artistas plasmaron pinturas, son los sitios elegidos para conmemorar la caída del Muro y que se iluminarán para dar vida al pasado.