Uno de los resultados del primer Congreso Latinoamericano sobre la Prevención del Abuso de Menores, que lleva a cabo la Iglesia católica en la capital del país, es la creación de un consejo regional en la materia, se informó en ese acto que concluye hoy.

El director del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor (Ceprome) –que encabeza la organización del congreso–, Daniel Portillo, expuso que la Iglesia en América Latina no puede esperar cambios significativos realizando los mismos procedimientos. Hay acciones concretas que en este momento no pueden esperar más, dijo.

En una de sus participaciones, señaló que es momento de abandonar nuestras cosméticas acciones donde sólo nos conformamos con mostrar a la sociedad que estamos haciendo algo sin el mínimo involucramiento realizamos nombramientos de comisiones fantasmas. Decimos que la prevención es una prioridad; sin embargo, no tenemos el más mínimo interés de inversión.

El prelado abundó en que el delito del abuso sexual contra menores cometido por el clero difícilmente podrá ser derrotado con esfuerzos parciales, por lo cual se requiere un espíritu sinodal.

Por su parte, en la inauguración –el único acto que ha sido transmitido por Internet, pues no se dio acceso a los medios–, el nuncio apostólico Franco Coppola reconoció que la sensibilidad ante este flagelo no es todavía un patrimonio común de todas las diócesis y congregaciones religiosas, pues hay situaciones en las cuales se dice no pasa nada, no es la realidad, por lo que pidió que se siga buscando ayuda para que se efectúen las denuncias de las víctimas y se enfrenten responsabilidades. También señaló que se requiere atacar la problemática desde las raíces, que son de formación humana; ahí está seguramente la crisis de la familia y educativa, de cómo educar, y la formación espiritual.