Houston. Pura historia. Un equipo que empezó en Canadá y terminó en la capital de Estados Unidos. Los Nacionales de Washington, colados como comodines, ganaron por primera vez una Serie Mundial al vencer en el séptimo juego a los Astros de Houston por 6 a 2.

Una serie anómala, donde también por primera vez el campeón alza el título ganando sólo los cuatro juegos como visitante. Ninguno pudo sacar ventaja al jugar en su propia casa. Con este escenario extraño, donde las cartas fuertes del picheo fallaron en los momentos decisivos, terminó con una voltereta de Washington.

El lanzador estrella de los Nacionales Max Scherzer, lesionado unos días antes, subió al montículo con mala fortuna. Se vio inseguro, no es su mejor forma, y apenas en su segunda entrada le recetaron un jonrón bateado por Yuli Gurriel para anotar la primera en la pizarra.

El partido se le llegó a descontrolar de tal modo en la quinta entrada, que regaló un par de pasaportes y recibió un sencillo productor de una carrera de Carlos Correa que dejó al equipo con 2 a 0. Scherzer abandonó la loma con cinco entradas, siete hits, dos carreras y entregó cuatro pasaportes; números poco gratos para un tres veces ganador del premio Cy Young.

Pero la decisión del mánager Dave Martínez fue acertada y mandó a la lomita para el sexto rollo a Patrick Corbin, el encargado de sacar las castañas del fuego. En tres entradas en las que colgó el cero, exhibió el pulso firme y las agallas para revertir con apoyo de sus bateadores un duelo decisivo. La victoria, era evidente, sería para este serpentinero, que se fue sólo con dos hits, sin aceptar carreras y con tres ponches a su cuenta.

Zack Greinke, el abridor de los Astros, cuyo trabajo había sido impecable durante seis episodios, sufrió el infierno de la séptima entrada. Ahí Anthony Rendón echó abajo su juego con un macanazo que le dio la primera anotación a los Nacionales.

Fue relevado por Will Harris, pero sólo entró para recibir el jonrón de dos carreras de Howie Kendrick para remontar el duelo a 3 a 2 para los Nacionales.

El mexicano Roberto Osuna hizo su aparición en el montículo, pero también sufrió una jornada poco grata. Entró para cumplir con dos outs en la séptima entrada, pero en la octava complicó el juego al entregar un pasaporte, sufrir el robo de una base y con el sencillo productor de una carrera de Juan Soto. El mexicano se fue con dos hits y una carrera.

En la novena entrada, el pítcher de Astros Joe Smith soportó todavía un sencillo productor de dos carreras de Eaton para colocar el 6 a 2 final. Con el juego atragantado, el novato mexicano José Urquidy no pudo hacer mucho en el montículo.

El turno final de los Nacionales fue tenso. Hudson tiró la pelota con frialdad, un out a Springer. Un ponche a José Altuve. Sólo un out y los Nacionales serían campeones; llegó con un ponche a Michael Brantley. Entonces, los de Washington estallaron. Por primera vez ese equipo conquistó una Serie Mundial. Algo para la historia.