Alrededor de 899 sustancias sicoactivas nuevas se han detectado en el mundo y representan un mayor riesgo a la salud respecto de las drogas convencionales.

Son resultado de combinaciones de diversas sustancias, algunas de uso veterinario, que han dado lugar, entre otras, a la llamada cocaína rosa, la cual tiene un efecto seis veces más elevado que ese estupefaciente en estado puro, advirtió Thom Browne, director de la consultora Justicia Penal y Reducción de la Demanda.

El también director de la Organización Internacional Colombo Plan participó ayer en el 20 Congreso Internacional sobre Adicciones, el cual es organizado por Centros de Integración Juvenil (CIJ), organismo que este año cumple 50 años de existencia y se distingue por ser la institución más importante en su tipo a escala internacional.

En México se cuenta con la red más grande de atención clínica y de rehabilitación (120 centros) para personas dependientes del consumo de drogas. Dispone de datos reveladores sobre los patrones de consumo de sustancias en el país, entre ellos que el uso de las metanfetaminas se triplicó en una década.

Roberto Tapia Conyer, presidente del patronato de los CIJ, comentó que los usuarios de estas sustancias pasaron de 11 a 35 por ciento. Las metanfetaminas provocan adicción en forma casi inmediata y son el origen de conductas de violencia.

En tanto, el consumo de la mariguana, que es la de mayor prevalencia en México, pasó de 73 a 86 por ciento. Entre las principales afectaciones a la salud por su uso están los trastornos sicóticos.

Durante la inauguración del congreso, que se realizó en Palacio Nacional y ante la presencia del jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, el especialista destacó que los CIJ también se distinguen por su labor de investigación y programas de enseñanza avalados por la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional.

Ante el aumento en el uso de estupefacientes y sobre todo con la aparición de nuevas sustancias, resulta fundamental el abordaje integral como lo propone el gobierno de la República, indicó Tapia.

Las actividades de dicho congreso iniciaron con el panel Nuevas sustancias sicoactivas, donde Thom Browne comentó sobre las investigaciones que ha realizado en diferentes países para identificar las drogas en sus nuevas formulaciones. Llamó la atención sobre el hecho de que los diseñadores avanzan más rápido que las regulaciones sanitarias.

Añadió que además de una mayor potencia y duración del efecto, lo que se ha visto es que las afectaciones de esas drogas derivan en problemas cardiacos, fallas renales y trastornos mentales.

Antonino de Leo, representante en México de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, comentó lo que ocurre en Afganistán, que desde 2006 es el mayor consumidor de opioides. Diez por ciento de la población depende de la droga y de este sector, más de un millón de personas viven con algún trastorno.

Esto debe interesar a México, porque está dentro del 25 por ciento de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo y los jóvenes son los más vulnerables frente a las adicciones, sostuvo.