Jacob Bravo, uno de los dos intérpretes que encarnarán al tlatoani mexica Moctezuma en el montaje monumental que celebrará 500 años del encuentro entre dos culturas, sostuvo: Con esta obra se busca reivindicar a este polémico personaje, porque ha sido terrible el lugar que le ha dado la historia.

Este gobernante comenzó a morir física, mental y espiritualmente cuando su gente empezó a sufrir a manos de los conquistadores.

Motecuhzoma II, ópera pluricultural y plurilingüista que se presentará el 7 y 8 de noviembre en el Zócalo, mostrará aspectos desconocidos y de claroscuros sobre los personajes que intervinieron en estos sucesos. Ni Moctezuma ni la Malinche fueron traidores, sino personas que tuvieron que hacer lo necesario para mantener, lo más posible, la paz de su pueblo.

Bravo, quien interpretó recientemente el protagónico de El barbero de Sevilla en Bulgaria, explicó que no fue nada fácil el momento vivido por el gobernante mexica. Si bien Moctezuma se enfrenta a la llegada de personajes desconocidos, de quienes no sabía si eran dioses o humanos, durante casi un año mantiene la paz, a pesar de que los extraños venían a conquistar, a través de la fuerza y las espadas.

La ópera en tres actos, escrita por el músico e investigador Samuel Máynez Champion, sobre música de Antonio Vivaldi, narrada en maya, náhuatl y español, también reivindica a Hernán Cortés como una persona de conocimiento, tampoco de lucha y sí de paz, pero existe otro personaje como Alvarado, quien no se lo permite.

Otra visión

Esta ópera, prosiguió el cantante poblano, busca colocar a cada uno en el lugar que merece, otorgarle importancia a sus acciones y no sólo contar la misma historia descrita en los libros. Significa dar una vuelta a la mala opinión que tenemos de ellos y comprender que tuvieron que hacer lo que les correspondía por el bien común, aun sacrificándose.

▲ La obra, protagonizada por Jacob Bravo (en la imagen), se presentará el 7 y 8 de noviembre, justo a 500 años del encuentro entre el tlatoani y Hernán Cortés.Foto cortesía de la producción

En la elaboración del texto de esta obra participaron los expertos e investigadores Miguel León-Portilla –recientemente fallecido– y Alfredo López Austin; además del dramaturgo Vicente Leñero, el poeta Juan Bañuelos y Francesco Fanna, quien vendrá especialmente a dirigir la ópera, al frente de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.

Otro aspecto es la dirección de escena con el mexicano José Luis Cruz y el español Ignacio García.

En el montaje, Jacob Bravo y Amed Liévanos interpretarán a Moctezuma. Cada uno con su sello especial, hasta lograr que la gente sienta lo que sufrió y padeció.

Esta situación, aceptó Bravo, “no sólo la vivo yo al encarnarlo, sino –pienso– muchos gobernantes que deben tomar decisiones correctas, sin saber si serán adecuadas o no”.

El montaje tendrá alrededor de 150 personas en escena, entre 14 actores, seis solistas, 30 cantantes del coro Stacatto de la Universidad Nacional Autónoma de México; incluidos 40 danzantes del grupo Tlaltikpak de Tláhuac, 10 jinetes, 15 bailarines y 40 músicos de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.

Las funciones de Motecuhzoma II, ópera monumental, serán el 7 y 8 de noviembre. Este último día, pero de 1519, fue el encuentro entre Moctezuma y Cortés en Tenochtitlán. Ahora a 500 años, en el mismo corazón de ese imperio, llamado Zócalo capitalino, el público –de manera gratuita– conmemorará esta efeméride.