En entrevista con La Jornada, Brenda Navarro adelanta que en Casas vacías, su primera novela, lleva el tema de la maternidad al espacio público, pues todavía hay estereotipos femeninos // Contrasta a una madre que no se siente feliz de serlo con la otra protagonista, que desea un hijo
Miércoles 30 de octubre de 2019, p. 3
El menosprecio por la literatura hecha por mujeres todavía existe, afirma la escritora Brenda Navarro (Ciudad de México, 1982), quien presenta su primera novela, Casas vacías, en la cual aborda el tema de las maternidades, alejada de estereotipos y cercana a la realidad que viven, por ejemplo, quienes no desean ser madres.
Otro de los ejes de ese trabajo, publicado por Sexto Piso, son los desaparecidos en México: una situación que sigue lastimando al país.
En entrevista con La Jornada, la también socióloga y economista egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) critica que en el medio cultural exista ‘‘una apabullante mayoría de hombres escritores que además luego quieren hablar de cosas de mujeres, de una manera que a veces no es la adecuada.
‘‘Ante esto, lo cierto es que ahora hay un boom de escritoras que han comenzado a cuestionar muchas cosas, y por más que ellos quieran, no pueden ignorarnos, aunque la brecha está ahí. Los números son muy claros: 80 por ciento de los autores que se publican son hombres y 80 por ciento de las personas que reseñan son hombres. Se trata de un círculo tan cerrado que es difícil entrar.”
Las lectoras exigen buena literatura
Brenda Navarro cursó un máster en estudios de género, mujeres y ciudadanía en la Universidad de Barcelona; ha trabajado en ONG relacionadas con los derechos humanos y es fundadora de #EnjambreLiterario, iniciativa editorial enfocada, precisamente, a publicar obras escritas por mujeres.
Las escritoras, no sólo en México sino en Iberoamérica, ‘‘estamos diciendo: ‘no necesitamos la validación del canon literario’, lanzamos editoriales independientes y generamos una red literaria para hablar de estos temas en que lo más relevante son los círculos de lectoras.
‘‘Quienes han permitido que se resquebraje un poco el sistema son las lectoras; ellas son las más importantes, hay muchísimas. El propio mercado de la industria editorial lo dice, quienes más leen son las mujeres, que han comenzado a decir: ‘voy a leer cosas que me interpelen directamente’. Las lectoras están comenzando a exigir buena literatura, no sólo lo que el canon dice que es literatura.”
La novela Casas vacías trata de la desaparición de un niño de tres años que además tiene espectro de autismo; ‘‘por eso, aunque él interactúa, no tiene la voz principal sino las mujeres que lo acompañan. El acierto que pude haber tenido con este relato es que meto el tema de las maternidades al espacio público, porque siempre se trata de algo que se platica entre amigas, a veces no importa mucho, o es algo de mujeres que lloran, de estereotipos femeninos.
‘‘En esta novela hablo de las maternidades como lo hacemos normalmente y lo vierto: no hablo de una madre que se siente feliz por serlo, sino todo lo contrario; ella se cuestiona por qué eligió ser madre, por qué tomó esa decisión.
‘‘La otra protagonista es todo lo contrario; una mujer que quiere ser madre, pero no puede biológicamente porque su pareja no quiere comprometerse y ella hace todo lo posible por serlo, es la contraparte. En ese camino que van teniendo las dos, hablo de otras muchas cosas que no tienen que ver con lo doméstico, ahí es cuando los lectores hombres dicen: ‘oh, las mujeres pueden hablar de esas cosas de esta manera’”, detalla la autora.
Más visibilización que ser remuneradas
Brenda Navarro considera que los derechos de las escritoras tienen que ver en estos momentos ‘‘más con la visibilización que con una remuneración. Por eso no creo, por el momento, poder vivir de la escritura, pero tampoco voy a desaprovechar la oportunidad de escribir de manera profesional.
‘‘Hay que aprovechar el micrófono también para hablar de las mujeres que merecen ser leídas y una oportunidad, y a ver si así logramos que aquel 80 por ciento se transforme en 50. De eso se trata también mi proyecto #EnjambreLiterario, que publica autoras mexicanas; es como una guerra de guerrillas, no vamos a publicar mil títulos, pero vamos a aparecer en lugares específicos”, concluye.
La obra Casas vacías, de Brenda Navarro, será presentada hoy a las 19:30 horas en la librería Murciélaga (avenida Cuauhtémoc 838, colonia Narvarte, alcaldía de Benito Juárez). Participan Karina Gidi, Johanna Murillo, Diego Rabasa y la autora.