Con una inversión total para el sector de ciencia, tecnología e innovación (CTI) por 82 mil 585 millones, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto Federal de Egresos 2020, el gobierno federal y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) enviamos un mensaje claro en favor de las comunidades científicas y de la búsqueda de nuevas oportunidades para los jóvenes, aseguró María Elena Álvarez-Buylla, directora general del organismo.

En entrevista con La Jornada, aseguró que no podemos enajenar a la iniciativa privada (IP) de manera violenta ni drástica, porque hay necesidad de fortalecer los medios de producción del país. No vamos a-tener innovación soberana sin una alianza con las industrias nacionales que sean capaces de escalar, por ejemplo, la producción de los medicamentos.

Sin embargo, aclaró que no necesitamos industriales abusivos, sino aquellos que tengan un compromiso ético y social por el bienestar del país.

Queremos colaborar con el sector privado, siempre y cuando coloque en el centro al ser humano, al bienestar social y ambiental, con una ética y rigor intachables, que se resume en honestidad, ética, cuidado del otro, del ambiente, del bienestar social y de los derechos humanos, no sólo individuales, sino colectivos, afirmó.

Adelantó que enviará un convenio de colaboración al Consejo Coordinador Empresarial para convocar a los empresarios honestos de México a participar en proyectos que generen un impacto en el bienestar social.

Estamos incentivando foros deacercamiento, articulados des-de Conacyt, para que los empresarios honestos, nacionalistas y comprometidos con su país apoyen el desarrollo científico y tecnológico pertinente, pues subrayó que la convocatoria del presidente Andrés Manuel López Obrador es a impulsar una transformación pacífica, democrática e incluyente del país.

Más con menos

Explicó que la propuesta presupuestal para el sector –que incluye 15 ramos distintos, incluido Conacyt– tiene un incremento de más de 5 mil 800 millones de pesos al pasar de 77 mil 315 millones aprobados en 2019 a 82 mil 585 millones de pesos propuestos al Congreso de la Unión para 2020. De ellos, 25 mil 658.8 millones de pesos corresponden al ramo 38-Conacyt, del que 6 mil 173.7 millones se deberán canalizar a los Centros Públicos de Investigación y 10 mil millones irán al programa de becas de posgrado y apoyos de calidad.

La funcionaria federal señaló que uno de los compromisos es buscar que se destine, como un gasto irreductible, al menos 0.5 por ciento del producto interno bruto al sector de CTI, pero con el compromiso de establecer una mejor articulación en su aplicación, y una mayor transparencia en la rendición de cuentas.

Álvarez-Buylla reconoció que los recursos del Conacyt aprobados en 2019 sufrieron un recorte de al menos 2 mil millones de pesos, principalmente por el déficit presupuestal que enfrentan diversas universidades, principalmente las autónomas estatales, que no pueden operar, explicó, sin los mínimos necesarios.

No obstante, señaló que también se aplicaron muchos ahorros en gasto superfluos, entre ellos, el arrendamiento de 40 vehículos, la contratación de despachos de comunicación con una inversión mensual de 2 millones de pesos, y la reducción considerable de los fondos que se destinan al Consorcio Nacional de Recursos de Información, Ciencia y Tecnología (Conricyt).

En el Conricyt se pagaba a las trasnacionales que se han adueñado de manera monopólica de la información científica. Tan sólo en 2017 se erogaron 777 millones de pesos, y en 2018, otros 571 millones, en total más de mil 200 millones, y la paradoja es que en ese mismo periodo no se transfirió ni un solo peso a los científicos para realizar su labor, enfatizó.

Hoy tenemos ahorros y estamos haciendo más con menos, pues reducimos el gasto en Conricyt a 276 millones, y se destinaron mil 600 mi-llones de pesos para proyectos de ciencia básica. Es decir, se abrió una nueva forma de promover la innovación tecnológica.

En contraste, señaló, en el sexenio pasado se transfirieron directamente desde el Conacyt a instancias privadas recursos por más de 35 mil millones de pesos, mediante diversos fondos y proyectos, donde sobresale el Programa de Estímulo a la Innovación (PEI), con un monto global por 17 mil millones de pesos, pese a lo cual, afirmó, nuestro país sufrió una caída de 17 puestos en su índice de innovación.