El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó el enfrentamiento registrado en Iguala, Guerrero, en el que perdieron la vida 15 personas, y desvinculó este hecho de la emboscada del lunes a policías locales en Aguililla, Michoacán.

No queremos enfrentamientos ni violencia. Vuelvo a hacer un llamado a que se abandonen las armas. Hace falta paz para el país.

Por separado, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ofreció su pésame a los familiares de los policías y militares fallecidos en operativos contra la delincuencia. En particular, se refirió al ataque en Michoacán.

Durante su conferencia matutina, el mandatario ofreció detalles sobre el enfrentamiento en Guerrero. Dijo que fue producto de una rutina de vigilancia de una patrulla del Ejército, que se encontró de frente con una célula de presuntos delincuentes, que le disparó al cabo que iba adelante con ametralladora, quien iba encabezando el convoy. Él es quien al final perdió la vida; y él, con la ametralladora, todavía herido, dispara y le quita la vida a los agresores.

–Este incidente de Iguala llega un día después de lo de Aguililla. ¿No es un estate quieto, una revancha por parte del gobierno federal?, se le preguntó.

–Lo descarto completamente.Son cosas distintas. Ahí mismo en Guerrero, acababan de asesinar, también en una emboscada, a militares. No vamos a permitir que se aplique la Ley del Talión, el diente por diente y el ojo por ojo. No creo en eso. Pienso que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia.

Interrogado sobre las preocupaciones del gobierno de Estados Unidos sobre la existencia de laboratorios para producir fentanilo, el mandatario dijo que México está haciendo su mayor esfuerzo para no permitir este tráfico de droga; constantemente se destruyen laboratorios.

En tanto, Sánchez Cordero se refirió a los agentes caídos en las acciones contra la delincuencia. Yo de verdad quiero ser empática con las familias de las víctimas y darles mi más sentido pésame, quiero que sientan que el gobierno está cerca de ellos.