Miércoles 16 de octubre de 2019, p. 34
La mayoría de las mujeres mexicanas mayores de 50 años tiene disminución de masa ósea y, por tanto, un riesgo elevado de osteoporosis. Ésta es una enfermedad que se puede prevenir y tratar, pero generalmente las afectadas se enteran de que la tienen cuando se presenta la primera fractura, advirtió Andrea Olascoaga, encargada de la Clínica de Osteoporosis del Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra.
En conferencia con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis (20 de octubre), la especialista resaltó que en el mundo se registra una fractura de cadera o de alguna extremidad cada tres segundos y una de tipo vertebral cada 22. Cualquiera de ellas es el aviso de la presencia del padecimiento, con el cual viven más de 200 millones de personas a escala global.
Lamentó que a pesar de la prevalencia de este problema de salud, no está en la conciencia social, como ocurre con males como la diabetes y la hipertensión arterial. La osteoporosis tiene un impacto igual o más grave que el de esos dos males.
Evidencia de esto es que después de una primera fractura sube 86 por ciento el riesgo de otro evento similar, además de que 30 por ciento de los afectados mueren en el siguiente año por causas asociadas a la inmovilidad física provocada por la rotura de huesos.
Sobre la situación en México, Olascoaga refirió los resultados del estudio internacional Lavos (Latin American Vertebral Osteoporosis Study –estudio latinoamericano de osteoporosis vertebral), el cual reveló que 41 por ciento de las mexicanas de 50 años tiene una estructura ósea normal en la región lumbar y en el fémur; 43 por ciento tiene osteopenia, que indica una pérdida de densidad ósea, precursora de osteoporosis. En tanto, 17 por ciento ya tiene la enfermedad.
Entre los hombres, 61 por ciento está en una condición de normalidad en la región lumbar y el fémur, entre 30 y 38 por ciento padece osteopenia y de 6 a 9 por ciento sufre osteoporosis.
Las mujeres son las más afectadas por este mal, sobre todo aquellas que están en la posmenopausia o si tienen más de 50 años. Otros factores de riesgo son el tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, el uso prolongado de esteroides sistémicos o anticonvulsivantes.
También influyen los antecedentes familiares con la enfermedad, o de fracturas de cadera en parientes menores de 75 años de edad o si se rompieron algún hueso por caídas.
Si bien la osteoporosis no da síntomas, hay indicios del daño en la estructura ósea como la pérdida de estatura y el encorvamiento de la espalda, explicó Olascoaga.
Las fracturas vertebrales por lo general pasan desapercibidas, no duelen y los afectados se enteran años después por algún estudio clínico que se practiquen, explicó.
Advirtió sobre la necesidad de informar a la población y prevenir con acciones como la realización de una revisión anual de densitometría ósea a partir de los 50 años de edad y llevar un estilo de vida saludable (dieta y ejercicio), entre otros.