Pinos, Zac., Con la aprobación en el Congreso de las reformas relacionadas con la revocación de mandato y las consultas ciudadanas, los mexicanos van a poder decidir si quieren que continúe el presidente o que renuncie. El pueblo pone y el pueblo quita, sostuvo Andrés Manuel López Obrador, quien celebró las modificaciones.

Si nos quedamos en la democracia representativa hay que aguantar un gobernante malo, mediocre y, a veces, ladrón; entonces, sí es un cambio.

Paralelamente, destacó que también se avalarán nuevos criterios para la realización de las consultas al reformarse el artículo 35 de la Constitución, por lo que ahora los ciudadanos podrán promover estos ejercicios en los temas que sean de su interés. Para que sea el pueblo el que tenga en todo momento las riendas del poder en sus manos, dijo el mandatario durante su visita número 79 a hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Exigen obras y servicios

Al mediodía, en Villa de Ramos, San Luis Potosí, López Obrador aseveró que el próximo lunes dará a conocer el Plan Nacional de Salud, mediante el cual se restructurará su operación, para lo que se asignarán 40 mil millones de pesos adicionales. En vísperas de concluir su recorrido por los 80 hospitales del IMSS-Bienestar –este viernes–, inauguró el centro de salud ubicado en esa localidad, tras superar los problemas jurídicos que enfrentaba y la inversión de más recursos para evitar su abandono.

En la gira por San Luis Potosí y Zacatecas, el Presidene encontró a lo largo del camino varias bardas con mensajes. En territorio potosino le exigen la realización de obras y dotación de servicios a Villa de Ramos, algunas de las cuales estaban bajo el logo de Antorcha Campesina. El mandatario aseguró que las nuevas políticas dirigidas al bienestar de la población tienen garantizado el financiamiento con los ahorros derivados de la austeridad y el combate a la corrupción. “Siempre nos habían dicho que el problema eran las mordidas abajo. No, el problema son las tarascadas, las transas más grandes que se hacen arriba”, aseguró.

En este contexto, reiteró que la corrupción era avalada desde arriba: nada de que el presidente no sabía, no se enteraba, lo engañaban. Todas las transas que se llevaban a cabo tienen su visto bueno. Aunque no firme, él autoriza, él tolera, él permite.

Reconoció el papel del gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras (PRI), para recuperar la obra que estaba inconclusa. “Este hospital cuesta 130 millones de pesos, y otro tanto para operarlo y que funcione. Lo que hacen nada más es: ‘a ver, un centro de salud’, y ya ahí lo dejaron. ¿Y el hospital? ¿Y los médicos? ¿Y las medicinas? ¿Y la ambulancia?”

Los cuestionamientos a las políticas del pasado abarcaron también la seguridad pública. Dijo que se pretendió enfrentar el grave problema de violencia con la creación de la Policía Federal, a la cual se le asignaron sólo 10 mil elementos, para la operación sin cuarteles, sin instalaciones, sin disciplina, sin profesionalismo. Imagínense, ¿cómo enfrentar el problema de inseguridad y violencia con una institución así, sin fortaleza suficiente?