Especialistas en transparencia señalaron que la reforma constitucional de 2014 en la materia ha dotado de mayor autonomía al sistema y lo ha consolidado a fin de obligar a las instancias públicas a abrir su información. Alertaron que existe el riesgo de una desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), pues no es una de las prioridades del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Durante el foro Avances y retos del Inai a cinco años de la reforma constitucional, que se realizó en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el comisionado presidente del Instituto, Francisco Javier Acuña, dijo que un ejemplo de la importancia del sistema es la reciente publicación de las personas y empresas a las que se les condonaron millonarias sumas en impuestos, tras un proceso que inició por una solicitud de información de la organización Fundar al Inai.

En entrevista remarcó que si bien se dio a conocer la información de un primer bloque de 15 mil contribuyentes a quienes se les condonaron alrededor de 170 mil millones de pesos, aún hay un segundo paquete de 201 personas y empresas que se ampararon para evitar que se difundieran sus nombres; ellos sumarían unos 100 mil millones en condonaciones. Confió en que los jueces que revisan los amparos se inclinen por el camino de la transparencia y se haga pública esa información.

Sobre la relación de López Obrador con el Inai, Acuña estimó que el mandatario se refiere al antiguo Instituto Federal de Acceso a la Información, que antes de la reforma de 2014 dependía directamente del Ejecutivo federal. Me parece que a veces no hace las apreciaciones exactas en tiempo y distancia.

Y es que el actual Inai, dijo, ha sido duro con el sexenio anterior y en el actual. Con Enrique Peña Nieto, recordó, se emitieron resoluciones para transparentar información de casos como Ayotzinapa, la masacre de migrantes en San Fernando, Odebrecht, la estafa maestra, entre otras.

La vicepresidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna, señaló que la transición democrática dio lugar a un nuevo lenguaje para explicar la nueva vida pública del país, que permitiera construir una institucionalidad que respondiera a estándares técnicos y no políticos.

En esta etapa de cambio profundo es preciso imaginar nuevas rutas, sin dejar de lado la aspiración por la transparencia y acceso a la información; al contrario, se trata de valorar y mantener los avances que han tenido a lo largo de estos años, pero sobre la base de un nuevo arreglo institucional, que permita generar un Estado más fuerte, capaz de inspirar confianza en la ciudadanía, afirmó.