El desarrollo cultural de la Ciudad de México (CDMX), sostuvo el titular de la Secretaría de Cultura local, José Alfonso Suárez del Real, ‘‘debe partir de la vida comunitaria, de la vida vecinal, que promueva la participación ciudadana, tomando en cuenta la identidad cultural, la libertad creativa o manifestación artística sin censura y el respeto a la diversidad”.

Así lo explicó al comparecer ayer –a 10 meses de su gestión y durante tres horas– a la Comisión de Derechos Culturales del Congreso local.

Habló sobre los tres ejes estratégicos para ese desarrollo cultural, de los trabajos de reconstrucción de los edificios afectados por el sismo de 2017 y del proyecto de la Universidad de las Artes, las Culturas y los Saberes Populares, así como de la normatividad de los derechos culturales y los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares), entre otros temas.

El Centro Cultural Ollin Yoliztli se vuelve universidad

El primer eje se propone posicionar a la Ciudad de México como la Capital Cultural de América, con base en su vasto patrimonio cultural y la consolidación de los derechos culturales. El segundo, afianzar y revitalizar el orgullo de los habitantes capitalinos por la historia y el futuro de su metrópoli mediante una activa participación de todos en los procesos culturales que animan a la urbe en sus espacios públicos, privados, académicos, religiosos; y el tercero, enraizar un proceso permanente de recuperación y sostenibilidad de todos los espacios públicos como lugares de encuentro, inclusión democrática y disfrute de los habitantes de la urbe. El monto que ‘‘destinó el Gobierno de la Ciudad de México a la reconstrucción de los bienes patrimoniales es de más de 164 millones de pesos, enfatizando la atención de templos de pueblos originarios que están cerrados. En estos momentos se generan los mecanismos para que ese dinero pueda ser ejercido de manera bianual.

‘‘Hay 124 inmuebles que contaron con 539.6 millones de pesos de recursos del Fonden (Fondo de Desastres Naturales). Son dos inmuebles que están concluidos, uno en proceso de obra, 20 en revisión, 25 con proyectos ejecutivos y 76 en proceso de asignación.’’

Respecto de los trabajos para el Ángel de la Independencia, ‘‘se ratificaron los estudios sobre su estado y resultaron no ser tan profundas las pequeñas fisuras. Eso va a bajar el tiempo y presupuesto (que se tenía estimado hasta por 10 millones 480 mil pesos), no se sabe en cuánto tiempo, podrían ser ocho meses o menos”.

Los Faros (Fábrica de Artes y Oficios) no serán sustituidos por los Pilares, al contrario, se incrementarán. Actualmente funcionan 60 Pilares y se espera para fin de año que sean 150; la idea es llegar a 300.

Como parte de la política pública cultural se trabaja en ‘‘más de 333 colonias de alto riesgo para que la comunidad se apropie del espacio público, zonas a las que se han destinado unos 570 promotores culturales”.

El Centro Cultural Ollin Yoliztli ‘‘se eleva a rango de la Universidad de las Artes, las Culturas y los Saberes Populares; atenderá a 3 mil 500 alumnos”.

Suárez del Real adelantó que el Antiguo Colegio de San Ildefonso se designará únicamente San Ildefonso y ‘‘en uno de sus patios reposarán las cenizas de Octavio Paz, que fueron encontradas en su casa de la calle Guadalquivir”.