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La marcha de la economía estadunidense: la octava
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a Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos (BLS) tiene una tasa oficial de desempleo, la U-3. Proviene de la encuesta mensual de empleo ( Household Survey) que estima el número de desempleados que al momento de la encuesta buscan ocupación –en realidad lo han hecho las últimas cuatro semanas– y están disponibles. Se realiza con una muestra de 60 mil hogares en el universo de personas de 16 años o más.

En septiembre de este año la cifra oficial de desempleados fue de 5 millones 769 mil personas y la tasa oficial –proporción de desocupados respecto al total de la fuerza laboral civil– fue de 3.5 por ciento. Esta fuerza laboral incluye personas de 16 años y mayores. Excluye a personas encarceladas, empleados federales, retirados o miembros de las fuerzas armadas. En septiembre era de 164 millones 39 mil personas y la población era de 329 millones 786 mil habitantes. Hoy esta fuerza laboral es de prácticamente la mitad de la población. De hecho lo es así desde inicio de los años noventa. ¿Cuándo fue el máximo desempleo? En octubre de 2009, con 15 millones 352 mil estadunidenses y una tasa oficial de 10 por ciento. Pero la tasa de desempleo más alta de la historia se registró a finales de 1982. Fue de 10.8 por ciento y correspondió a 12 millones de desempleados con una fuerza laboral civil de 111 millones.

Analistas especializados aseguran que la tasa U-3 es artificialmente baja. Excluye importantes grupos de personas: A quienes no buscaron empleo las pasadas cuatro semanas, pero lo necesita. A quienes trabajan tiempo parcial y buscan un empleo de tiempo completo, y finalmente a quienes no satisface su empleo o su remuneración, y también buscan.

Lo cierto es que el número de desempleados es un indicador crítico. Informa sobre la evolución económica y orienta las políticas públicas. Una tasa de desempleo engañosa puede tener profundas implicaciones para la economía y para la atención a grupos vulnerables, entre ellos jóvenes, afroamericanos, hispanos y latinos.

Lo observan en el marco crítico de URPE (Union for Radical Political Economy) investigadores como Mark Paul, del The Samuel DuBois Cook Center on Social Equity de la Universidad Duke, en Carolina del Norte. A decir de este y otros especialistas es mejor observar la tasa U-6, frecuentemente considerada como la tasa oficial alternativa de desempleo. Incluye desempleados, subempleados y desanimados, cansados de buscar empleo y que en el momento de la encuesta suspendieron su búsqueda, po lo que no fueron contabilizados. Esta tasa los incluye, por ello consideran que se vincula más a los ciclos de la economía.

En octubre de 2009, cuando se dio la mayor cifra de desempleo oficial con poco más de 15 millones, el indicador U-6 marcó más de 26 millones. Es decir, 11 millones de estadunidenses trabajaban de tiempo parcial o querían cambiar de trabajo por diversas razones: bajos salarios o la calidad de su ocupación. En consecuencia, no había 15 millones de personas que presionaban por un empleo, sino 26 millones.

La cifra da una idea de la gravedad de la crisis de 2008-2009 y permite entender por qué el tiempo promedio para recuperar un empleo se elevó de 17 a 40 semanas en esos años. Hoy este promedio se encuentra en 20 semanas, superior a todos los máximos anteriores a la crisis. Tremenda situación de nuestros vecinos. De veras.