En México, cada año 11 mil niñas son embarazadas (34 al día) a consecuencia de la violencia sexual cometida principalmente en la familia, advirtió Nadine Gasman, directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), por lo cual pidió difundir la alternativa legal de interrumpir el embarazo, por la circunstancia en que ocurren.

La también secretaria técnica del Grupo Interinstitucional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, señaló lo anterior durante la segunda sesión ordinaria 2019 del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).

Ante directivos de los tres niveles de gobierno y grupos de la sociedad civil, que a su vez hicieron énfasis en los rezagos en este sector de la población, Gasman destacó: “Estamos realmente violentando a nuestra niñez (…) Tenemos que transitar en México hacia la prevención de la violencia contra las mujeres; obviamente los feminicidios es un tema central, la forma más extrema, pero está en la mayoría de los casos precedidos por otros casos de violencia”, dijo.

En el caso de las adolescentes, si bien ha habido una disminución de las tasas de fecundidad al ba-jar de 77 a 70 nacimientos por cada mil mujeres, persisten en nivel ina-ceptable los embarazos en niñas –de 10 a 14 años de edad– situación que muestra la existencia de violaciones impunes y una realidad indignante, añadió.

La estadística es fría, lamentó, por lo que pidió no olvidar que de lo que se está hablando es de niñas que han sido violadas, la mayoría por familiares.

Los esfuerzos deben ser mucho mayores porque (lo anterior) es la violencia sexual impune, es la falta de educación sexual integral sin prejuicios ni ideologías conservadoras, así como la dificultad de acceder a los servicios de salud reproductiva, lo cual nos tiene viviendo esta indignante realidad, sostuvo.

En entrevista, explicó que estos 11 mil embarazos al año de niñas menores de 14 años, es llanamente una violación sexual, por lo cual es importante visibilizar la problemática como un delito con implicaciones legales y, por tanto, de la posibilidad de interrumpir el embarazo.

Es importante que la gente sepa, que las mamás y las niñas sepan que no hay necesidad de que las niñas den a luz. (La interrupción) no debería ser difícil, tenemos la norma nacional, la 046, con base en la cual todas las instituciones públicas deben dar ese servicio ante un embarazo producto de violación. Las niñas pueden decidir tenerlo o no pero el asunto es que ni ellas ni las familias no saben de esa opción, concluyó.