Viernes 4 de octubre de 2019, p. 29
Morelia, Mich., Hay evidencias científicas para sostener que la tortuga marina laúd, mejor conocida como gigante, está en grave peligro de extinción
debido al cambio climático, la interacción con pesquerías y la alarmante contaminación de plásticos en los océanos, afirmó el responsable del programa Tortuga Marina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Carlos Delgado Trejo.
Durante la quinta Reunión Nacional sobre Tortugas Marinas en México y la segunda Reunión Internacional sobre Tortugas Marinas del Pacífico Oriental Tropical, que reúne a expertos mexicanos y extranjeros y que se realiza en el auditorio de la Nicolaíta, explicó que el estatus de las poblaciones mexicanas de esa especie ha cambiado en las últimas cuatro décadas; por ejemplo, ha habido recuperación de especies como la golfina y negra del Pacífico, y la verde y la caguama del Golfo de México.
Sin embargo, hay otras como la tortuga lora del Pacífico y laúd que se encuentran en una situación muy grave, casi al borde de la extinción
, señaló.
En las playas de Colola y Maruata del municipio de Aquila, desde hace más de 20 años arriban sólo entre cuatro y 20 tortugas laúd por año. Según datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en 1985 había 75 mil tortugas laúd, pero las cifras globales indican que continúa disminuyendo la población de quelonios.
En 2004 se pronosticaba que en 2019 se habría extinguido, pero no es así. En años recientes han sido liberadas unas mil tortugas laúd en promedio anual; pero se calcula que de éstas no sobrevive ni 4 por ciento.
En Michoacán hay una veintena de campamentos tortugueros, luego de que estos animales y sus huevos fueron depredados durante años. En noviembre de 2004 se inició una campaña de preservación de la tortuga laúd; sin embargo, sólo se han recuperado las variedades golfinas y negra.
Para la preservación de la tortuga laúd se han aplicado medidas en Perú, Ecuador y Colombia, pero muchas tortugas son atrapadas por barcos pesqueros de atún y camarón.
Setenta y cinco por ciento de estas tortugas marinas anidan en playas mexicanas, y 65 por ciento de éstas en Mexiquillo, Michoacán; el resto en Tierra Colorada, Guerrero, Llano Grande y Barra de la Cruz, Oaxaca.
La tortuga laúd es el reptil marino más grande que existe. Habita en el Pacífico mexicano y alcanza una talla promedio de 142 centímetros de largo curvo de caparazón.
Carece de escamas en el cuerpo, el cual está cubierto por una piel suave de textura coriácea, de color negro moteado de blanco. Su temporada de anidación es de octubre a abril. Desova cinco veces y pone 62 huevos en promedio.