Viernes 4 de octubre de 2019, p. 21
Las conversaciones entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y la estadunidense Talos Energy, empresa privada que realizó en 2017 el mayor descubrimiento de crudo en aguas someras del Golfo de México con el yacimiento Zama, cumplieron en septiembre un año. En las pláticas no se discute la titularidad del contrato propiedad de la firma privada.
El propósito del diálogo es que ambas compañías puedan compartir la infraestructura de exploración y explotación debido a que Pemex tiene una área asignada contigua (152) y con ello se podrían abatir costos, señalaron fuentes de la empresa productiva del Estado.
La zona, considerada altamente prolífica y subexplotada, ha despertado el interés de otras petroleras. Este jueves la empresa Citla Energy, informó que iniciará perforaciones de tres pozos exploratorios en el sureste del Golfo de México, cerca de la zona donde ya se realizó el importante descubrimiento en 2017 y para ello invertirá 165 millones de dólares.
El yacimiento Zama fue descubierto en 2017 después de las exploraciones del bloque 7
llevadas a cabo por Talos Energy, firma asociada con la petrolera alemana Wintershall DEA, que compró la participación inicial de Sierra Oil & Gas este año y la de la británica Premier Oil.
Zama es uno de los reservorios más abundantes que se hayan descubierto en México en años recientes, con un potencial de extracción de más de mil millones de barriles de crudo.
Está localizado cerca de la costa de Tabasco, en aguas someras del Golfo de México, y según las primeras exploraciones contiene crudo ligero (30 grados API), el de mayor aceptación en el mercado internacional y está considerado entre los 10 yacimientos más grandes de la historia del país.
Este fue el primer descubrimiento realizado por una empresa petrolera privada después de la reforma energética de 2013 que abrió la puerta a la explotación de hidrocarburos por parte de particulares.
Se ha difundido información errónea en el sentido de que Pemex quiere tomar el control en la explotación de este yacimiento, pero al ser un contrato realizado por medio de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que representa a la nación, que se otorgó a la compañía Talos, la cual ganó el bloque, entonces mantiene la certeza jurídica, comentó el experto en temas energéticos Ramses Pech.
Lo que se va hacer con el bloque 7
de Talos Energy y la asignación 152 de Pemex, que están contiguos, es evaluar por ambas partes el volumen del yacimiento y el área que se tiene de convergencia. Es decir, se va hacer un derecho de vía o franja en la que se van a poner de acuerdo de que forma se va a explotar, explicó.
Esta estrategia es bajo la figura de unitización
, una práctica muy común en la industria petrolera internacional para compartir infraestructura productiva y de esa manera abatir costos y riesgos.
Esto sucede cuando hay yacimientos que colindan entre campos petroleros controlados por dos compañías diferentes, por lo que tiene que darse una negociación de unitización
.
Esto quiere decir que las empresas deben determinar qué porcentaje del campo le corresponde a cada petrolera, dividir los costos de operación y definir la proporción de reparto.
De llegar a un acuerdo se tendría que dar aviso a la Secretaría de Energía y a la CNH para que se emitan las autorizaciones correspondientes , pero antes se tendrán que hacer las perforaciones de pozos delimitadores y exploradores para tener una mejor estimación del contenido de hidrocarburos.