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Aseguran que son presos políticos

Miles exigen en Moscú liberar a los detenidos por participar en marchas
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 30 de septiembre de 2019, p. 24

Moscú. Cerca de 25 mil personas, en su mayoría jóvenes, que asistieron este lluvioso domingo a un mitin permitido por la alcaldía de Moscú y que concluyó sin detenciones ni incidentes, exigieron la libertad de los presos políticos, como denominan a quienes ya recibieron condenas o aún esperan ser sometidos a juicio, ya sea en la cárcel o bajo arresto domiciliario, por participar en las manifestaciones de protesta no autorizadas de este verano.

Al dirigirse a los congregados, que coreaban ¡Libertad!, ¡Rusia será libre! y otras consignas, el líder opositor Aleksei Navalny, diputados y políticos contrarios al Kremlin, así como cuatro ex detenidos ya exonerados de toda culpa y dos grupos musicales que prefirieron aportar algunas canciones de protesta, entre otros oradores, demandaron poner fin a la injusta persecución de los inconformes.

El Comité de Instrucción de Rusia seleccionó a 17 opositores que, de modo aleatorio y como escarmiento para los demás, acabarían imputados por intervenir en disturbios masivos que existieron sólo en la imaginación del alcalde de Moscú, Serguei Sobianin.

Connotados juristas demostraron que en las manifestaciones no autorizadas del verano no hubo ningún indicio de disturbio masivo (agresiones a policías, negocios vandalizados, coches quemados, etcétera), por lo cual los cargos presentados carecían de fundamento legal. Las autoridades no tuvieron más remedio que poner en libertad a cuatro detenidos y modificaron las acusaciones contra los 13 restantes.

Este mitin tuvo lugar la víspera de que una corte de instancia superior dictamine acerca del recurso de apelación del joven actor Pavel Ustinov, condenado a tres años y medio de cárcel por un delito que no cometió (dislocar el hombro de un miembro de la Guardia Nacional que se cayó durante su detención), lo que provocó un amplio movimiento de solidaridad iniciado hace unos días por sus colegas del teatro con plantones individuales y carteles reivindicativos frente a la sede de la oficina de la presidencia rusa que continúan a la fecha.

Gracias también a cartas abiertas contra la represión firmadas por intelectuales y artistas, profesores y estudiantes universitarios, maestros de escuela, médicos, miembros de la Academia de Ciencias, Ustinov espera la absolución desde su casa y hasta la fiscalía, que en el anterior juicio argumentó que merecía la cárcel, ahora pidió al juez que no lo condene a ninguna pena de privación de la libertad.

Los participantes en el mitin consideran que, una vez que se vino abajo por insostenible celebrar un ejemplar macroproceso por disturbios masivos (ya sólo quedan dos acusados por ese motivo), también deben ser exonerados los restantes seis condenados por cometer otros supuestos delitos: Vladislav Sinitsa, cinco años de cárcel por incitar al odio con amenaza de violencia; Konstantin Kotov, cuatro años por haber sido detenido en tres manifestaciones no autorizadas; Yevgueni Kovalenko, tres años y medio, Kiril Zhukov, tres años, Ivan Podkopayev, tres años y Danil Beglets, dos años por violencia no grave para la vida o salud de un representante del orden.

Igual, sostienen, tendrían que quedar libres los imputados aún no juzgados: Yegor Zhukov, en arresto domiciliario por instar al extremismo en Internet; Serguei Fomin, en arresto domiciliario, uno de los dos que siguen imputados por participar en disturbios masivos, y los acusados de intento de violencia contra un representante del poder, que son Aidar Gubaidulin, en libertad provisional, Nikita Chirsov, Eduard Malishevsky y Samaridin Radzhabov, los tres en prisión y este último también acusado de participar en disturbios masivos.