Miguel Herrera, técnico del América, descartó que la entrada del defensa de Guadalajara Antonio Briseño sobre Giovani Dos Santos fuera malintencionada; el entrenador se inclina a pensar que fue una jugada imprudente. Pero aun con esa postura, dejó a la directiva del América la decisión de determinar si merece un castigo.

Creo que es una jugada muy imprudente, no podría catalogarla de tipo mala leche; creo que no va con esa real intención, declaró.

Entrevistado en el hospital donde fue operado Dos Santos, lamentó que se critiquen los tacos de aluminio que usó Briseño. Hoy satanizan los zapatos, pero los usa cualquier jugador en una cancha cuando llueve o cuando está húmeda, apuntó.

Sobre si pedirán una inhabilitación para el Pollo Briseño tras confirmar que Dos Santos estará fuera por seis semanas por la herida que sufrió en la pierna derecha, explicó que serán los directivos del club de Coapa quienes tomen la decisión.

Eso no corresponde a la parte deportiva, sino a la parte directiva y ellos tomarán la decisión, apuntó; son circunstancias del juego, así es y la directiva analizará lo que tenga que hacer, obviamente la Comisión Disciplinaria también; es una jugada muy imprudente, pero es un accidente a fin de cuentas, esa es la realidad y lo que yo veo.

Calificó como tonterías los señalamientos al portero Guillermo Ochoa, a quien acusan de escupir a Briseño cuando le reclama por la entrada a Dos Santos.

“No hubo mala intención de Memo. Hay gente que habla pura estupidez”, sostuvo el estratega, quien recordó que en una ocasión al árbitro Roberto García se le salió (saliva) y me cayó en la cara, se disculpó y le dije que no pasaba nada, que se dio porque estábamos cerca.