Tampoco recuperó el auditorio Che Guevara
Entre sus logros se cuentan 14 nuevas carreras desde que empezó su administración, en 2015
Miércoles 25 de septiembre de 2019, p. 35
La inseguridad en las instalaciones universitarias y la recuperación del auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras son dos de los mayores pendientes de la administración del rector Enrique Graue Wiechers, que termina su periodo al frente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el 17 de noviembre.
En sus cuatro años de gestión, que comenzó en 2015, también ha habido logros en la universidad que hoy tiene el mayor número de estudiantes de su historia: 356 mil, y que ha aumentado hasta 128 las licenciaturas que imparte, 14 más que en 2015.
Cuando fue designado para el cargo, Graue –quien puede aspirar a un segundo y último cuatrienio como rector en el proceso de designación al que en breve convocará la Junta de Gobierno– aseguró que buscaría la consolidación académica de la casa de estudios, lo que se ha conseguido, según los rankings internacionales que colocan a la UNAM como la mejor universidad de Latinoamérica.
Luego de ser elegido como relevo de José Narro Robles, Graue fue enfático en que se buscaría la recuperación del auditorio Che Guevara –cuyo nombre oficial es Justo Sierra–, tomado por diversos colectivos en septiembre de 1999. La comunidad está harta de esa situación, ya es hora de que se vayan
, planteaba el rector que ha impulsado el diseño de una estrategia para la liberación del auditorio que no ha conseguido su objetivo, pues el auditorio continúa ocupado.
Las protestas por la inseguridad y la violencia de género en las escuelas de la UNAM han sido constantes en estos cuatro años, en los que se han vivido situaciones como una balacera entre personas presuntamente ligadas al narcomenudeo que dejó dos muertos en Ciudad Universitaria en febrero de 2018, el ataque de un grupo de choque contra alumnos en septiembre de ese año; el feminicidio de Lesvy Berlín Osorio en mayo de 2017 y la muerte de la estudiante Aidee Mendoza a causa de una herida de bala en su salón de clases en el Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente, en abril pasado.
La rectoría ha adoptado medidas como el refuerzo de la vigilancia, la instalación de luminarias y cámaras en puntos vulnerables de los campus, la coordinación con las autoridades de la Ciudad de México, así como la denuncia y expulsión de agresores. Sin embargo, para los estudiantes la inseguridad es algo cotidiano.
En estos años, la Universidad puso en operación un protocolo de atención a los casos de violencia de género, que se ha ido modificando y ha incluido sugerencias de la comunidad. La violencia de género aún está lejos de ser erradicada en la institución, de acuerdo con los estudiantes.
En el ciclo escolar vigente, la UNAM tiene, en números redondos, 11 mil estudiantes más que en 2015. Y, de acuerdo con cifras oficiales, uno de cada dos alumnos tiene alguna beca.
La Universidad se mantiene como la entidad mexicana con mayor número de patentes registradas en el país. En 2018, los investigadores de la UNAM obtuvieron 44, la cifra más alta en la historia de la institución académica.
De 2015 a la fecha se han creado cinco nuevas escuelas nacionales en la Universidad, a la que también se incorporaron nueve laboratorios.
El presupuesto universitario pasó de cerca de 38 mil millones de pesos en 2015, a 43 mil millones en 2018, lo que representa un aumento de 14 por ciento.
El año pasado, ante una iniciativa legislativa para modificar el artículo tercero constitucional que omitió el concepto de la autonomía de las universidades e instituciones de educación superior, Graue llamó a respetar esta condición determinante de las universidades.