El PAN, sin liderazgos ni principios
omo atrapado en arenas movedizas, el Partido Acción Nacional busca –frente al peligro de su desaparición como organismo influyente en la vida política del país– en la locura senil de Vicente Fox, una alternativa a su completa desgracia.
Son tiempos difíciles para los azules. Vacíos de todos los valores que enarbolaron desde su fundación, enfrentan el rechazo popular que construyeron durante 12 años de gobiernos en los que mostraron que ellos, no los políticos, los mercachifles, están imposibilitados para gobernar este país.
La gente en México sabe que en su fracaso Acción Nacional arrastró al país a una pobreza indignante y a una violencia convertida en el horror más grande de la historia. Es verdad, no fueron sólo ellos, el PRI tiene su parte, pero hoy, a 80 años de su fundación, hablamos de Acción Nacional.
Los panistas de viejo cuño que aún militan, aunque estén alejados de la vida cotidiana del partido, confiesan que el organismo perdió identidad, se desfiguró, devoró su entraña para satisfacer sus ansias de ejercer el poder ligados sólo al mercado, y alejados de sus principios, de la política que tanto desprecian.
Su situación es grave. Cómplices por interés de sus enemigos de siempre: el PRI, y tolerantes con el PRD, que poco aporta pero sí confunde, no parecen tener cuadros nuevos que pudieran lograr la confianza de las derechas actuales como para ser sus representantes, y así tienen cerrados los horizontes que podrían definir un mejor futuro partidista.
Por eso, desde hace ya varios años hay pláticas serias, hoy más que nunca, como para crear ese frente de derecha que les permita un poco de oxígeno, aunque desde cualquier punto de vista sólo será vida artificial, y que ya ha sido anunciado pero que en la práctica ha caminado bajo ciertos acuerdos, como el Pacto por México, que, entre otras cosas, definió su desgracia, pero que, como dijimos, podría darle vida artificial cuando menos hasta las elecciones intermedias, que podrían ser el último clavo del ataúd que ellos mismos han construido.
Vicente Fox fue una medida desesperada, una locura cuya factura ya empezaron a pagar. Todo el descrédito está sobre ellos y por lo pronto no tienen, o no encuentran, salida a una crisis que los diagnósticos marcan como mortal de necesidad. El PAN se desmorona, sin liderazgos y sin principios qué defender, luchan ahora sólo por los beneficios económicos que les representa seguir medrando de las posiciones de gobierno que les puedan ofrecer más recursos. Así pues, ese es el nuevo PAN, o la locura de Fox.
De pasadita
A finales del mes, es decir, ya casi, se deberá presentar el proyecto de ruta que seguirá la Procuraduría General de Justicia para convertirse en fiscalía. La ruta presentará también el diagnóstico de la situación actual, las alternativas que propone el grupo que encabeza Ana Laura Magaloni y las dificultades y peligros que se han encontrado para llegar a las conclusiones que darán a conocer.
El proyecto, si así le podemos llamar, no ha dejado de lado las experiencias vividas en otros países. Uno de los actores más movidos y preocupados porque el trabajo sea de impacto es el diputado local Eduardo Santillán, quien ha colaborado, nos dicen, en todas las etapas de este proceso que deberá estar listo, como dijimos, para finales de este mes.
El asunto será importante si estamos todos de acuerdo en que el asunto más apremiante para el gobierno y la población de esta capital es la seguridad. Ya veremos.