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México SA

Mayor capacidad de refinación // Aumenta de 38 a 50 por ciento

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▲ El presidente Andrés Manuel López Obrador espera que para 2020 llegue a 75% la capacidad de producción de seis refinerías del país.Foto Pablo Ramos
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n la mañanera de ayer el presidente López Obrador informó que la capacidad conjunta de refinación en las seis plantas existentes en el país (de 1979 la más joven de ellas) aumentó de 38 a 50 por ciento en lo que va de su mandato, y anunció que su proyección para el próximo año es que se incremente a 75 por ciento, de tal suerte que la importación de combustibles –gasolina en primer lugar– registra un descenso gradual, porque inició un proceso de rehabilitación en dichas plantas.

Por lo que toca a la producción petrolera, el mandatario detalló que, para tener los datos a la mano, en 2018 se perdieron 200 mil barriles diarios; en enero de ese año la producción fue de un millón 900 barriles diarios y en igual mes de 2019 se había reducido a un millón 700 mil. Pero la tendencia era a la baja, pues la caída continua en la producción acumuló 14 años. Sin embargo, en eso también hemos avanzado: primero se detuvo la caída y ya se estabilizó; va a empezar a aumentar la producción y hemos logrado avanzar en la perforación de pozos en 20 campos, vamos bien.

La de ayer fue una mañanera con aroma petrolero, a lo largo de la cual López Obrador detalló cómo va la producción de crudo y sus derivados, y subrayó que el gobierno a su cargo invierte en las refinerías, algo que antes no se hacía. Encontramos que no se procesaba petróleo crudo suficiente en las refinerías, porque no estaban trabajando a toda su capacidad; bueno, en general siguen sin operar a toda su capacidad, pero estaban produciendo muy poco.

En efecto, durante el régimen neoliberal se dieron vuelo en la importación de combustibles (creció exponencialmente) y dejó en el olvido a la de por sí veterana infraestructura de refinación. Se dedicó a reconfigurar varias de las plantas existentes, a un costo creciente que en nada contribuyó a mejorar el perfil del país.

Cómo olvidar que fue Felipe Calderón el que, en repetidas ocasiones, contó el carísimo chiste de la refinería Bicentenario, en Tula, Hidalgo, con capacidad –bromeaba– de 300 mil barriles diarios, amén de que generaría miles de empleos. La obra del sexenio, según decía, no pasó de la barda perimetral y sólo endeudó hasta la coronilla a los hidalguenses –gobernados en ese entonces por Miguel Ángel Osorio Chong– (más de mil 500 millones de pesos se sumaron a la deuda de la entidad) y las plazas laborales no trascendieron el discurso.

López Obrador explicó que cuando arriba al gobierno de la República había refinerías paradas que llevaban meses sin operar, porque no les apoyaban a los técnicos, a los trabajadores petroleros con refacciones, a pesar de que en cada planta se tiene un taller mecánico y que son muy buenos los trabajadores de las refinerías, como todos los trabajadores de Pemex. No se les daban recursos, no había presupuesto suficiente o costaba mucho lo que hacían y por la corrupción seguían las cosas igual.

El ejemplo más claro de corrupción en las refinerías es que en 15 años invirtieron 8 mil millones de dólares en la rehabilitación de tres de ellas. Le llaman a eso procesos de reconfiguración; 8 mil millones de dólares; tres: Minatitlán, Cadereyta y Madero, y no se reconfiguraron las otras tres: Salina Cruz, Tula y Salamanca.

Dice el mandatario que las tres refinerías que no se reconfiguraron tenían más producción que las tres supuestamente reconfiguradas, en donde se invirtieron los 8 mil millones de dólares. Se derrochó el dinero, no se utilizó adecuadamente; al final encontramos que trabajaban, en promedio, a 38 por ciento de su capacidad instalada. En cambio, a lo largo de 2019 la inversión acumulada ha sido de 12 mil 500 millones de pesos y se inició el proceso de rehabilitación de las seis refinerías.

Las rebanadas del pastel

¿Será Gerardo Ruiz Esparza, ex secretario peñanietista de Comunicaciones y Transportes, el próximo inquilino de algún reclusorio?, porque en esa dependencia no dejaron piedra sin labrar (Santiago Nieto Castillo dixit). ¿Tendrá su propio socavón?