Domingo 22 de septiembre de 2019, p. 30
En la piel de la mayoría de las personas viven los Demodex folliculorum y Demodex brevis, dos especies de ácaros que se alimentan de la grasa y el suero de las células de la dermis, de acuerdo con Rodolfo Acuña Soto, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Y aunque estos seres resultan inocuos generalmente, hay ácaros que pueden causar asma y otros problemas respiratorios, señala el especialista del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina.
Los ácaros pertenecen a una subclase de arácnidos, como la garrapata y el arador de la sarna (Sarcoptes scabiei). Sin embargo, a diferencia de sus parientes, los Demodex son normalmente inocuos.
También habitan en unas glándulas que secretan un lubricante para los párpados y la conjuntiva. Cuando se reproducen en exceso, causan blefaritis. En la raíz de las pestañas aparece como un color blanco.
Aunque no es factor causal, en las mujeres que padecen rosácea, Demodex se encuentran con más frecuencia en esa inflamación crónica cutánea que en la piel.
Aparecen también más en acné u otro tipo de lesiones como queratosis seborreica, pero no son causa de estos padecimientos.
En los hogares hay también una gran cantidad de especies de ácaros. Viven en superficies como la del colchón y los sillones.
Cuando estos ácaros son inhalados, continua u ocasionalmente, pueden causar asma, que es una reacción o hipersensibilidad a los antígenos de los ácaros del polvo, muertos o vivos.
Acuña Soto recomienda la limpieza básica, pero permanente en el hogar: aspirar para evitar la acumulación de polvo, sacudir camas y airear sábanas.