Mérida, Yuc., En México no queremos una paz de los sepulcros, queremos una paz que se origine con la impartición de la justicia, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador ante 30 premios Nobel de la paz reunidos en esta ciudad. Queremos conseguir a plenitud la paz, y no queremos una paz lograda con autoritarismo, con el uso de la fuerza, les dijo.

En una cena privada en la Hacienda San Antonio Hool, el mandatario les resaltó que están en un país que busca la fraternidad universal, busca la paz en el mundo, y reiteró que ésta es fruto de la justicia.

Al hacer uso de la palabra –discurso que se escuchó afuera de la hacienda–, afirmó que si en México hay problemas de inseguridad y violencia fue porque con la crisis se desintegraron muchas familias. Y reconoció que viene de un movimiento de izquierda progresista que cometía el error de atender lo comunitario, lo colectivo y le dejaba el asunto de la familia (la institución más importante) al movimiento conservador.

Además, de que mencionó que se ha querido enfrentar el flagelo de la violencia con el uso de la fuerza, con cárceles, con amenazas de mano dura, con leyes más severas. Inclusive con actos en extremo autoritarios con razias, exterminio, y ha quedado demostrado que eso no funciona. Tenemos que atender las causas que originan la violencia.

Afirmó que lo más importante es que haya bienestar y por eso se está atendiendo como nunca a la gente más humilde; se escucha a todos, se respeta a todos, pero se le da preferencia a los desposeídos.

En su discurso, el Presidente destacó la presencia de Frederik de Klerk, por contribuir a poner fin al régimen del apartheid en Sudáfrica.

“Imagínense estar en la mesa, entre otros nóbeles, con Frederik de Klerk, de Sudáfrica, un demócrata ejemplar por su actitud tolerante, respetuosa frente al movimiento que encabezó ese gigante de la justicia y defensa de los derechos sociales, Nelson Mandela. Por eso es muy importante este encuentro –la Cumbre de Premios Nobel de la Paz– por el significado de la paz y por los protagonistas”.

Nosotros, resaltó, mantenemos en nuestra Constitución el principio de la solución pacífica ante conflictos y controversias. Es un legado de nuestros héroes, especialmente, del presidente Benito Juárez García, un indígena zapoteco que resumió el ideal por la paz en una frase célebre: entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz.

A la cena acudieron entre otros premios Nobel, Lech Walesa, ex presidente de Polonia; Juan Manuel Santos, ex mandatario de Colombia; Jody Williams, David Trimble, Tawakkol Karman, Leymah Gbowee, Kailash Satyart y Rigoberta Menchú.