Miércoles 18 de septiembre de 2019, p. 34
Cada tres segundos, alguna persona en el mundo desarrolla demencia, enfermedad que afecta a 2 por ciento de quienes tienen 60 años y a uno de cada tres a los 80; aunque también son determinantes padecimientos como la obesidad y diabetes. Los elevados niveles de azúcar lesionan y tapan los vasos sanguíneos. Eso daña las neuronas y, por tanto, la capacidad cognitiva y de memoria, afirmó Ana Luisa Sosa Ortiz, responsable de la Clínica y Laboratorio de Demencias del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez.
Resaltó que en México, con una elevada prevalencia de personas con exceso de peso corporal y alteración en los niveles de azúcar en sangre, el riesgo aumenta sensiblemente.
En conferencia con motivo del Día Mundial del Alzheimer (21 de septiembre), explicó que este padecimiento es el tipo más frecuente de demencia, 70 por ciento de los casos. Lo más relevante es que aunque se origina por diversos factores, también es posible prevenir el deterioro cognitivo. Si bien está asociado con la edad avanzada, es factible bajar la incidencia en 56 por ciento sólo con modificar el estilo de vida, evitar el incremento de peso, el sedentarismo y tabaquismo.
Vista y oído
También ayuda corregir la pérdida de la audición que en ocasiones se presenta en adultos mayores y tiene efectos negativos en la función cognitiva, incluso por encima de los daños por disminución en la capacidad visual.
Otro factor tiene que ver con que las personas mayores de 60 años conserven sus relaciones de amistad, grupos sociales y, en general, que evite el aislamiento, indicó la especialista.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México viven un millón 200 mil personas con algún tipo de demencia, de las cuales 90 mil están en la Ciudad de México. Las proyecciones del organismo indican que para 2050, la cifra nacional llegará a 3.7 millones: uno de cada tres de los que tengan 80 años y la mitad de los que tengan 90.
Subrayó la importancia de que el país se prepare para hacer frente al envejecimiento de la población y, sobre todo, apoyar a los cuidadores de los pacientes, la mayoría de los cuales pertenece a familias de ingresos bajos y medios. En la atención de una persona con algún tipo de demencia, los hogares destinan 60 por ciento de sus ingresos.
Rosa María Ferrés, presidenta de la Federación Mexicana de Alzheimer, comentó sobre otro aspecto de las demencias, que es la desinformación. Según los resultados de una encuesta, 62 por ciento de los profesionales de la salud piensan que el deterioro mental es una parte normal del envejecimiento, y la mitad de los afectados se sienten ignorados por los médicos y enfermeras.