Ese reconocimiento post mortem a la bailarina y coreógrafa se entregó a Salvador López, nieto de la fundadora del Ballet Folklórico de México
Miércoles 18 de septiembre de 2019, p. 7
La bailarina, coreógrafa y fundadora del Ballet Folklórico de México, Amalia Hernández (1917-2000), recibió ayer en homenaje post mortem el nombramiento de máxima representante ‘‘de la danza folclórica de los tiempos”, que incluye una escultura dual del Jaguar Internacional de las Artes, por la Fundación Isve Guerrero (FIG). El acto se efectuó en el Alcázar de Chapultepec.
La distinción fue entregada a Salvador López López, nieto de la artista y actual director de esa agrupación, quien recordó que su abuela logró trascender a pesar de que su familia le prohibía bailar.
Fue ‘‘una mujer de enorme disciplina que ha dejado un legado, una escuela en el trabajo institucional. Tuvo la capacidad y la visión de crear una institución que permaneció en el tiempo. No se quedó sólo en la parte creativa, sino que consolidó una institución, lo que es relevante para los que formamos parte de esta generación del Ballet Folklórico de México y para el país. Tuvo la capacidad de restructurar la compañía y tomar decisiones trascendentales para la institución”.
Medallas a 92 integrantes de la compañía
Como director de Ballet Folklórico de México, López López reconoció: ‘‘He tomado algunos riesgos, iniciativas. Por supuesto, hemos cometido errores; sin embargo, con esta escuela y legado hemos logrado no sólo que el ballet sobreviva, sino que esté visible, que tenga éxito, con los teatros llenos, que esté reconocido; es una labor de muchas personas, sobre todo basada en los fundamentos que nos dejó mi abuela y que hoy me tocó”.
López López recibió, a su vez, una escultura del Jaguar Internacional de las Artes, distinción de la danza con denominación ‘‘preservación”. La FIG también entregó medallas a 92 integrantes de la compañía.
Israel Guerrero Lara, director general de la FIG y presidente del Jaguar Internacional de las Artes, dijo que este último es un reconocimiento que distingue a lo más destacado de las artes en el mundo, no sólo en México. El Ballet Folklórico de México es el primer ballet que recibe la distinción, aunque más adelante se va a premiar a escala internacional.
El galardón está diseñado para poner de nuevo el tema de las bellas artes en la mente de las personas, sobre todo en las nuevas generaciones. La fundación lleva el nombre de su hija, Isve, quien mostró dotes de artista al año y 10 meses de nacida, y realizó su primera exposición de los cuatro años.
Isve Guerrero, quien es presidenta honoraria vitalicia de la FIG, afirmó que ‘‘todos los niños y niñas podemos ser artistas”.
Además, ‘‘las bellas artes son divertidas. El arte nos hace mejores personas. Las bellas artes son el idioma universal. Escoge la que más te guste y practícala. Aléjate de la violencia. Todos juntos podemos crear arte para lograr la paz”, aconsejó.