Jueves 12 de septiembre de 2019, p. 20
El incremento al salario mínimo en la zona libre de la frontera norte, que en enero pasó de 88.36 a 176.72 pesos, tuvo efectos positivos para los trabajadores, pues obtienen 6.7 por ciento más que los del resto del país, mientras el caso de los jóvenes de entre 15 y 24 años el impacto a la remuneración promedio fue de 9.2 por ciento.
En lo que se refiere al empleo, la medida no tuvo ninguna repercusión en lo registrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), según una evaluación realizada por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).
Para llegar a dichos resultados se utilizaron dos metodologías que tienen el mayor consenso en evaluación de impacto, específicamente para el salario mínimo: controles sintéticos y diferencias en diferencias (DID, por sus siglas en inglés).
Agregó que ambos métodos hacen proyecciones respecto a qué hubiera sucedido si el salario mínimo aumentara 16.2 por ciento en esa región –conformada por Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas– como en el resto del país. Este contrafactual se compara con lo que ocurrió en la realidad y la diferencia es únicamente por las nuevas políticas aplicadas en la zona.
En un documento, la Conasami agregó que el incremento salarial en la frontera norte fue acompañado por beneficios fiscales, reducción del impuesto al valor agregado (IVA) y sobre la renta (ISR). Explicó que para medir su impacto se estiman los efectos sólo en el sector manufacturero, en el que alrededor de 73.5 por ciento de trabajadores laboran en empresas que son parte del programa de la industria manufacturera, maquiladora y de servicios de exportación, el cual ya ofrecía incentivos, por lo que no fueron favorecidos con la nueva política.
Al respecto, la comisión expuso que similar al resto de los resultados no se encuentra ningún efecto en el empleo, pero sí para los salarios promedios, que fueron de 4.4 por ciento durante los primeros cuatro meses del año.
El análisis de la Conasami concluye en que el incremento al salario mínimo es una política adecuada de este gobierno para reducir la precariedad y pobreza de los trabajadores mexicanos, ya que durante muchos años fue utilizada de manera errónea como medida de contención de la inflación y herramienta para mantener los salarios deprimidos como estrategia para atraer inversión
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Lo recomendable es que siga la evaluación de los efectos para dar herramientas al Consejo de Representantes de la comisión para contribuir a una fijación del salario mínimo más informada.