Apenas eran las 4 de la mañana y el Palacio Nacional ya estaba cercado con protestas de distintos grupos. Comerciantes de la Central de Abasto y de La Merced, así como activistas que exigen la liberación de presos políticos en Oaxaca se encargaron de bloquear los accesos.

En el momento en que los representantes de los medios de comunicación ingresaban al recinto para la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, manifestantes buscaron colarse, por lo que elementos de la policía militar que custodian el recinto cerraron las entradas.

En medio del tumulto que causó dicha acción, lanzaron gas pimienta para dispersar a los manifestantes. El vocero presidencial, Jesús Ramírez, salió bañado de café y la mitad de los representantes de la prensa no pudo ingresar, por lo que la mayor parte del tiempo de la conferencia el recinto estuvo semivacío.

Incluso, el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, no alcanzó a ingresar y tuvo que ir a buscar otro lugar para trabajar.

Integrantes del grupo de asesores técnicos pedagógicos que acompañaron a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en el cerco que realizaron en San Lázaro, y que también bloquearon una de las entradas, pidieron al funcionario interceder para hacer llegar sus denuncias al mandatario, e incluso le dijeron: tenemos nuestra puerta, si quiere entrar por ahí.

También los empresarios de Fermaca, que asistieron a la conferencia de prensa, encontraron dificultades para entrar.

A pesar del operativo de seguridad, ingresó sin acreditación a la conferencia una de las integrantes del grupo de asesores técnicos pedagógicos que denunció que los derechos de 11 mil técnicos están siendo vulnerados.