Con la finalidad de que las aficiones entiendan que el clásico América-Pumas sólo es deportivo y se queda en la cancha, entrenadores y jugadores de ambos equipos se unieron en el Museo de Memoria y Tolerancia. Miguel Herrera, técnico azulcrema, y el español Míchel González, de los felinos, encabezaron las comitivas. Lo ideal sería ver a las dos aficiones mezcladas. Que la rivalidad se quede en la cancha, con la entrega y determinación de los muchachos, independientemente, del resultado, aseguró Herrera. Míchel manifestó que sólo es un espectáculo deportivo que finalmente es diversión, mientras el cuadro de la UNAM mencionó en sus redes sociales que la rivalidad se queda en la cancha. Además del Piojo, el presidente deportivo del América, Santiago Baños, y los jugadores Henry Martín, Giovani dos Santos y Emanuel Aguilera acudieron al museo. Del lado de Pumas asistió también el presidente deportivo Jesús Ramírez y los jugadores Luis Quintana, Andrés Iniestra y David Cabrera.