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La marcha de la economía estadunidense: la sexta
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oy, el endeudamiento estadunidense alcanza 72 mil billones de dólares. Incluye hogares y organizaciones no lucrativas; gobiernos federal, estatales y locales; corporaciones financieras, y el llamado resto del mundo. En unidades utilizadas por nuestros vecinos, estos billones son miles de millones. En nuestras unidades y términos, esa deuda es de 72 trillones de dólares.

En los mismos términos de Estados Unidos, su GDP, es decir, su producto interno bruto (por las siglas en inglés de gross domestic product), es de 21 mil billones de dólares. En nuestros términos, se trata de trillones de dólares. En nuestras unidades, nuestro producto interno bruto es de 25 trillones de pesos actuales. Cerca de 1.3 trillones de dólares. Aproximadamente, seis por ciento del producto estadunidense.

Bueno, si consideramos el dato oficial de población estadunidense de 327 millones de habitantes, ese endeudamiento global representa uno de 220 mil dólares por habitante. Y es que hoy, dramáticamente, esa deuda global de nuestros vecinos es de tres y media veces su GDP. No es, por cierto, la mayor representación de la deuda global estadunidense en su producto. A finales de 2009 casi alcanza cuatro veces su producto. ¡Enorme peso! Por eso el alto per cápita. Aunque resulta ser un poco menor si –como suele hacerse– sólo consideramos el endeudamiento público. ¿Cuánto? Sólo –por así decirlo– 21 mil billones estadunidenses de dólares. Ese per cápita sería, entonces, de 64 mil dólares por habitante. ¿Por qué? Porque le deuda pública estadunidense sólo agrupa 29 por ciento del endeudamiento global, a diferencia de los años 50, cuando concentraba prácticamente la mitad. Por cierto, por efecto de la Segunda Guerra Mundial.

Para el caso de México, ese indicador per cápita de deuda pública sería del orden de 4 mil dólares por persona. Sí. Al considerar una deuda pública total de poco más de 510 mil millones de dólares, suma de una externa mayor a 200 mil millones de dólares y una interna que ronda 300 mil millones.

Dados esos montos, el endeudamiento público externo e interno de México representa 40 por ciento del producto, 17 por ciento la externa y 23 por ciento la interna, donde 80 por ciento está compuesta por instrumentos de mediano y largo plazos. Y la deuda total –sin incluir la interna privada– es muy próxima a 50 por ciento del producto.

Concluyamos con algunas características del dramático endeudamiento estadunidense. Lo primero a notar es que hasta comienzos de los años 80 ese endeudamiento no superó un valor de una y media veces el GDP. Pero del primer trimestre de 1983 y hasta el segundo de 2009, su peso en el GDP fue creciente. Alcanzó ese máximo de cuatro veces el producto estadunidense. Lo segundo a notar es que los tres sectores más endeudados son –en orden de importancia actual– el gobierno (30 por ciento), las corporaciones financieras (23 por ciento) y los hogares (21 por ciento). Y lo tercero que dos serían, actualmente, los acreedores más importantes. Primero las corporaciones financieras, que concentran cerca de 70 por ciento de los instrumentos de deuda. Segundo, los acreedores del resto del mundo –China y Japón, preferentemente–, que ya concentran 16 por ciento de esa deuda global estadunidense. Pronto señalaremos otras características y algunos de sus riesgos, incluidos algunos para nuestro país. De veras.