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Lo hacen al trasladar y depositar jales, dicen

Ambientalistas acusan a 4 mineras de contaminar poblados de Zimapán
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 8 de septiembre de 2019, p. 21

Pachuca, Hgo., Defensores del medio ambiente denunciaron que las mineras El Espíritu, La Purísima, Sago y Preissan, que operan en el municipio de Zimapán, provocan polvaredas contaminantes que afectan a localidades aledañas cuando remueven cerros de jales y hacen agujeros para colocar más desechos mineros.

En una reunión con el diputado morenista local Víctor Guerrero Trejo y representantes jurídicos de las compañías mineras, Alejandra Rojas, de Comunidades Unidas de Zimapán (CUZ), dijo que desde el año pasado Preissan usa maquinaria pesada para remover jales de hierro que son reusados por Sago.

Precisó que empleados de Preissan transportan los jales en camiones, sin colocarles lonas para que los polvos tóxicos no se esparzan en el aire, y así cruzan unos tres kilómetros hacia la ex Hacienda Santa María, donde se encuentra la compañía Sago, que extrae el hierro de los jales.

“Se producen tolvaneras altamente contaminantes. En la presa dos de jales, ubicada a unos 30 metros de las casas de San Miguel, empleados de la minera El Espíritu remueven desechos y generan nubes tóxicas.

Desde hace algunos años, El Espíritu instaló un patio de secado de plomo casi pegado a las casas.

Explicó que otras compañías llevan al cabo acciones similares a fin de extraer el poco metal que aún queda en los jales y han formado verdaderos cerros de tóxicos en los alrededores de las comunidades indígenas de la Sierra Gorda de Hidalgo.

Los activistas detallaron que la comunidad de La Alberca es afectada por Sago; la de Mezquite Primero, por Carrizal Manning; El Chapinque, por La Purísi-ma, El Espíritu y Preissan; Santa María, por la Purísima, y la comunidad de Tolimán, por Sago, La Purísima y Preissan, cuyos jales ya contaminaron un arroyo.

Los ambientalistas coincidieron en que quienes están a cargo de las delegaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente se hacen de la vista gorda y dejan que las mineras hagan lo que quieran.

Culpan a la gente de que sus casas estén junto a las presas de jales a pesar de que, en el caso de San Miguel, fueron nuestros abuelos y bisabuelos quienes fundaron la comunidad en 1910, antes de que en ese sitio hubiera actividad minera, manifestó Alejandra Rojas.

El diputado morenista local, Víctor Guerrero Trejo, hizo un llamado a las mineras a asumir su responsabilidad con las comunidades afectadas por los jales, que a lo largo de décadas han colocado en las inmediaciones de esos poblados.