Mario Delgado Carrillo respondió al presidente Andrés Manuel López Obrador que los diputados de Morena no tenemos nada de qué avergonzarnos, frase que fue preludio de una tortuosa sesión en la que ese partido aceptó ceder al PAN la presidencia de la mesa directiva; pero, implacable, votó en contra las dos propuestas del blanquiazul.

Esta decisión prolongó la crisis por la disputa de la mesa directiva –cargo protocolario, porque las decisiones políticas y financieras las adopta Mario Delgado en la Junta de Coordinación Política– e incluso involucró, la víspera, a la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

El martes fue grabado un audio cuando el coordinador de los diputados de Morena puso en altavoz una conversación telefónica con la secretaria. Colocó su teléfono móvil en el micrófono del auditorio del edificio E, mientras la funcionaria advertía a los legisladores del daño que sus acciones provocaban al Ejecutivo federal.

Delgado anunció que enviarán una carta de disculpas a Sánchez Cordero y el inicio de una investigación con el propósito de determinar quién grabó y difundió el audio y aplicarle una sanción. La filtración provocó, además, la cancelación de un encuentro de los diputados con Sánchez Cordero.

Ayer, los diputados reiniciaron a las 16:30 horas la sesión ordinaria del 3 de septiembre. En el transcurso de cinco horas la Junta de Coordinación Política elaboró una propuesta de cinco artículos transitorios al proyecto de decreto de reforma a los artículos 17 y 51 de la Ley Orgánica del Congreso.

Con excepción del panista Juan Carlos Romero Hicks, los coordinadores de los grupos legislativos avalaron el agregado para dividir la presidencia entre las fuerzas políticas con mayor porcentaje de representación, pero con vigencia a partir de agosto de 2021, así como retirarle a ese órgano de gobierno la dirección jurídica con el fin de dejarla en manos de la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos.

Esto último, con la finalidad de evitar que el PAN la utilice como mecanismo para elaborar acciones legales contra la propia Cámara de Diputados.

La negociación que guio Morena de la mano de Delgado implica una reforma a modo para que en el futuro la fuerza con mayor representación en San Lázaro controle la Junta de Coordinación Política y, al mismo tiempo, la mesa directiva, sin que exista contradicción legal.

Por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de vergüenza el intento de cambiar la ley para beneficiar intereses personales, de grupo o de partido.

Su declaración tuvo respuesta de parte de Delgado en una conferencia de prensa a la que se presentó un sector de legisladores de Morena.

De ninguna manera lo que se hizo ayer representaba algún abuso, algún agandalle, reviró.

Delgado aceptó que se incluyera en los transitorios un artículo sexto para que el PT tenga una vicepresidencia y que Benjamin Robles –quien subió a tribuna para defender un cambio que le favorece a él mismo– comience, desde ahí a hacer campaña por la gubernatura de Oaxaca.

Con la mayoría de los votos, Morena ejerció el veto que había anunciado contra panistas y rechazó las planillas encabezadas por Laura Rojas y como vicepresidente a Ricardo Villarreal, hermano de Luis Alberto Villarreal, conocido como el diputado moches. Y la segunda propuesta que incluia a la propia Rojas y a Adolfo Torres, diputado por Michoacán.

Temprano, Delgado anunció que Morena aplicaría su poder para evitar que llegue a la mesa directiva algún legislador que, en el ácido debate del martes, haya insultado a Porfirio Muñoz Ledo y al Presidente.

Además, en el caso de Villarreal, se argumentó que los propios panistas acusaron que en la 58 Legislatura los hermanos Ricardo y Luis Alberto Villarreal pedían moches a presidentes municipales a cambio de aprobar fondos etiquetados en el Presupuesto de Egresos de la Federación.

En enero de 2014, además, en el contexto de la plenaria panista en Puerto Vallarta, Luis Alberto Villarreal organizó una fiesta para sus compañeros de bancada con escorts en una residencia de ese destino turístico.

Sin acuerdo, Muñoz Ledo cerró la sesión y convocó para este jueves con la finalidad de que los coordinadores parlamentarios puedan llegar a un acuerdo y se vuelva a votar la integración de la mesa directiva.

El decano legislador señaló que, ante la falta de una mesa directiva, él sigue como presidente hasta el día de hoy.