En el país, aunque se han dibujado las pautas para un entorno institucional proclive a la protección e inclusión de la niñez con discapacidad, aún existe una importante desarticulación entre los programas públicos de atención a la primera infancia. Lo anterior se acentúa por la falta de información en materia de cobertura de las modalidades de atención existente.

Así lo señalaron el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF).

En la presentación de la iniciativa Modelo de Atención y Cuidado Inclusivo dirigida a niñas y niños con discapacidad que asisten a un Centro de Atención Infantil (CAI), con el cual se busca avanzar en garantizar la universalidad y no discriminación en el derecho a la educación desde edad temprana, Miguel Ángel Malo, asesor de enfermedades crónicas y salud mental de la OPS/OMS, destacó que datos del Inegi señalan que en el país hay 150 mil menores hasta de seis años con esta condición, aunque la cifra probablemente es mayor.

Natalia Mattioli, especialista del Programa Secretarido Técnico de la Asociación de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, destacó que en una primera etapa de esta iniciativa se capacitaron a alrededor de 8 mil responsables de estancias infantiles, beneficiando a casi 300 mil niños con discapacidad.

Capacitación y diagnóstico nacional

En la segunda fase se continuará con la formación de cuidadores, pero también se hará un diagnóstico nacional sobre la inclusión en las diferentes modalidades de atención a la primera infancia en el país. Este mapeo sirve para dar el paso siguiente, que sería el desarrollo de una política nacional para incluir a los menores con discapacidad en los CAI y después se impulse una reforma estructural en la materia.

En entrevista aparte, la titular del SNDIF, María del Rocío García Pérez, dijo que ya se inició el modelo alternativo para niños migrantes no acompañados. En esta primera etapa, detalló, se identifica a los menores en esta condición para resguardarlos en albergues de la institución a su cargo para que no estén en las estancias migratorias. Hasta el momento suman 500 infantes en los centros del sistema.