rimera gran interrogante: ¿por qué autorizó el Fondo Monetario Internacional (FMI) el mayor préstamo de su historia (57 mil millones de dólares = 60 por ciento de su cartera crediticia), a un país como Argentina, que se encontraba al borde de la insolvencia?
Segunda: ¿ningún genio
alertó a los 189 miembros y 24 directores del FMI que Mauricio Macri usaba esos peniques para financiar su relección, y la formación de activos externos
(leáse: fuga de capitales)?
Tercera: ¿no estaba entre los genios
del FMI el mundialmente ovacionado mexicano (y argentino…¡uf!) Alejandro Werner, ex subsecretario de Hacienda de Felipe Calderón (2006-10), y actual director del Departamento del Hemisferio Occidental?
Y cuarta: ¿requiere más claridad el artículo seis del acta constitutiva del FMI, que en su primer párrafo dice: Ningún miembro podrá utilizar los recursos generales del fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital
?
Pues bien. Si usted trata de responder tales interrogantes con argumentos técnicos
, le sugiero que mejor asista a una función del Cirque du Soleil. O, si lo prefiere, visite el siquiátrico de su ciudad para encontrar sólidos argumentos que le permitan entender los misterios de la racionalidad perdida.
Porque, damas y caballeros, amable público… ¿Qué esperaban? ¡Bienvenidos a Argentina! El país (y que me fusilen si estoy chicaneando) con la mayor cantidad de sicólogos, analistas, siquiatras, terapeutas y videntes por kilómetro cuadrado. Y en el que sólo allí pudo concebirse el maravilloso relato El jardín de los senderos que se bifurcan
.
Pero el jardín que Macri recibió hace tan sólo tres años y nueve meses (no muy arregladito, vale), fue destruido hasta las raíces con excavadoras y motoniveladoras, que en las estepas patagónicas buscaban los tesoros enterrados por la corruptísima
jefa absoluta del peronismo (y, si exagero, que me fusilen otra vez).
Bueno. Retomo la cordura del análisis. En Rusia, durante presidencia de Boris Yeltsin (1991-99), el auditor principal del Tribunal de Cuentas, Ventamine Sokolov, declaró en una entrevista con la BBC de Londres: Hemos verificado una parte considerable del crédito del FMI facilitado en julio y, aunque me da vergüenza, debo reconocer que miles de millones de dólares fueron utilizados con fines distintos, mientras la otra parte sencillamente fue robada
( La Jornada, Afp, 21/9/1998).
Años después, en diciembre de 2007, el ex canciller Yeugueni Primakov dijo a su antiguo rival (y finalmente aliado) Vladimir Putin: “Si se siguen las recomendaciones del FMI, hay dos amenazas: la una es el neoliberalismo y la oligarquía; la otra es la de que buscan fusionar sus negocios con el aparato del Estado para crear una ‘sociedad de mercado administrado’”.
Macri logró el objetivo… ¿del FMI? No: el de Trump y el anarcocapitalismo global
, tantas veces denunciado por Cristina Fernández de Kirchner en foros internacionales: enfriar
la economía (industricidio
), vaciar las grandes empresas del Estado, destruir el mercado interno, cooptar a las organizaciones sindicales, tercerizar a los trabajadores (flexibilización
), satanizar a los movimientos sociales, perseguir legalmente
a líderes sociales y dirigentes políticos acusándolos de corrupción
, y pedirle a Mario Vargas Llosa y Andrés Oppenheimer que expliquen a los argentinos los peligros del populismo
.
Suma y sigue: tampoco el default argentino fue sólo en dólares. El empresario Claudio Belocopit (dueño de Swiss Medical Group) denunció que las empresas que apostaron a ponerle pesos al Banco Central perdieron fortunas. Y tras la devaluación, les dicen ahora que este dinero no se lo van a devolver.
Agrega: “Dinero que tenés que cobrar hoy lo vas a cobrar dentro de 90 o 120 días… Se han batido todos los récords de locura extrema. Esta es la plata de la economía real, el dinero que se necesita para que circule, y las empresas tienen ahora que salir a tomar a tasas mucho más caras… No hay antecedentes de un default en pesos”.
La orden deTrump al FMI para ayudar
a Macri fue estrictamente ideológica, política y geopolítica: ¡Duro con el país de Eu-vi-tah
! ¡Chinos y rusos no volverán a pisar tierras bolivarianas! ¡America first!
El nuevo default argentino no fue, esta vez, económico. Fue financiero, político, ideológico y cultural. Y si Macri tuvo que vérselas con Cristina y Christine (Lagarde, ex directora del FMI), Alberto Fernández tendrá que ponerse los moños con la Cristina de siempre, y la que viene en camino: Kristalina Georgieva, nueva directora gerente del FMI.
Sólo falta que Trump decida acabar con el FMI y sus genios
, ideológica y políticamente derrotados por el peronismo.