Mil 300 transportistas con 423 unidades que se niegan a mejorar el servicio convirtieron ayer el Zócalo en un gran estacionamiento, a donde arribaron después de tomar Constituyentes, Insurgentes Norte, Avenida 8, Tlalpan y Barranca del Muerto, en demanda de un aumento a la tarifa y certeza jurídica. Amenazaron que de no obtener respuesta, el día 17 realizaremos un paro general de transporte y colapsaremos la ciudad.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, rendirá ese día su primer Informe ante el Congreso local, por lo que acudiremos con cinco veces más unidades y cada 15 días nos movilizaremos hasta ser escuchados, porque no es una necedad, sino una necesidad, advirtieron.

Comentaron que muchas unidades tienen más de 20 años, ya le dieron tres veces la vuelta a su vida útil y van por más, ante la falta de una tarifa justa, pues el costo real del pasaje es de 13 pesos y estamos subsidiando cada viaje con ocho pesos mínimo.

Dicho monto, precisaron los integrantes de la Fuerza Amplia de Transportistas, no considera el alza de hasta 48 por ciento en los insumos para dar este servicio, que atiende a más de 60 por ciento de los usuarios en la capital del país”. Antes de hablar con la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, cientos de transportistas increparon y lanzaron botellas de agua a funcionarios públicos, e incluso a sus propios dirigentes, a quienes acusaron de negociar en lo oscurito sus demandas.

Ante la amenaza de bloquear Eje Central y Paseo de la Reforma, José Luis Tenorio, Nicolás Vázquez, Francisco Carrasco y Armando Alejo fueron recibidos por la funcionaria, pero el encuentro se prolongó más de ocho horas, tiempo que permanecieron los transportistas y sus unidades en el Centro Histórico.

A las 7 horas, un centenar de transportistas, junto con unidades de las rutas 4, 24, 40, 68 y 117 salieron de Sur 136 y Constituyentes hacia el Zócalo con una gran manta en la que se leían sus demandas: certeza jurídica, prórroga de la concesión, sí a la revista sin contadores y alza de tarifa.

Con el grito de los transportistas llegando y Claudia está temblando, el contingente avanzó por todos los carriles de Constituyentes, José Vasconcelos, Paseo de la Reforma, avenida Juárez, 5 de Mayo y el circuito del Zócalo, entre claxonazos e insultos por el cierre de esas avenidas a su paso.

En Insurgentes Norte, otra caravana de transportistas partió a la misma hora acompañados de 40 camiones y microbuses y tres unidades del Metrobús, lo que impidió el paso de cientos de automovilistas y usuarios del servicio de pasajeros provenientes del estado de México.

A diferencia de otras movilizaciones del FAT, en esta participaron concesionarios, hombres de entre 40 y 60 años, quienes pidieron se autorice un incremento de dos pesos a la tarifa por los primeros cinco kilómetros de recorrido y fijarla en 10 al superar los 16 kilometros.

La concentración de transportistas en la estación General Anaya del Metro partió a las 7:30 horas con 45 camiones, 16 combis y 20 microbuses de al menos 20 diferentes rutas, aunque su número fue en aumento conforme avanzaron sobre calzada de Tlalpan, que se convirtió en un megaestacionamiento.

En los parabrisas de las unidades escribieron ajuste a la tarifa y no a la tarjeta de prepago, mientras en las mantas que portaron exigían a la jefa de Gobierno la destitución de los funcionarios inoperantes, insensibles y corruptos dentro de la Semovi, y justicia para los transportistas.

Otro contingente de las rutas 51, 56, 10, 101, 35 y 19, con menos unidades de las que se esperaban, salió a las 7:45 horas y avanzó por la Avenida 8, Francisco Morazán, Fray Servando Teresa de Mier, Topacio, San Pablo, Izazaga y 20 de Noviembre con el consecuente caos vial y molestias a automovilistas y peatones.

A las 10 horas ingresaron al Zócalo por 5 de Mayo los contingentes de Constituyentes e Insurgentes Norte, y por 20 de Noviembre los de Tlalpan y Barranca del Muerto, y 30 minutos después los de Avenida 8.