Crecimiento y desarrollo
lo largo de este sexenio se ha generado una discusión sobre la diferencia entre crecimiento y desarrollo. El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha señalado que no hay que fijarse tanto en el crecimiento económico, que es la forma de medir el avance del país por los neoliberales, sino en la redistribución de la riqueza, que es lo que impulsa el desarrollo del país.
Quizá quien mejor estudió esos conceptos no fue un economista, sino un historiador llamado Pierre Vilar, quien en 1960 publicó Crecimiento y desarrollo, libro de ensayos de economía e historia de España.
Lo que prueba Vilar es que no es lo mismo crecer económicamente que desarrollarse socialmente. El primero es un término cuantitativo, que muestra que una sociedad produce más bienes y servicios a lo largo del tiempo. El segundo es un concepto más amplio que tiene que ver con la educación, la salud, la cultura y el mayor ingreso de la población de menores recursos.
Otro elemento que destaca Vilar es la diferencia temporal entre crecer y desarrollarse. El crecimiento se puede cuantificar año tras año, incluso mes tras mes; uno puede ver con relativa precisión que si en un mes se producen mil computadoras y al mes siguiente mil 100, el avance es de 10 por ciento.
En cambio, en el caso del desarrollo, no se puede cuantificar año tras año la evolución de los diversos elementos sociales. Una persona o un grupo, por ejemplo, pueden aprender a leer y escribir en unos meses, lo que implica un avance; sin embargo, ese hecho no indica con precisión la evolución de un país, es sólo un elemento que debe integrarse a otros indicadores sociales. En ese sentido, el desarrollo se puede apreciar únicamente en el mediano plazo, al comparar un momento histórico con otro 10 o 20 años después.
Pero lo que es un hecho en el largo plazo es que si no se presenta el crecimiento económico, tampoco se presenta un avance en el desarrollo de las naciones y eso queda claro al ver la diferencia entre países avanzados y naciones atrasadas. Hay más desarrollo social en los países ricos que en los pobres. Por ello es importante esforzarse por crecer económicamente año tras año.