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Científicos detectan actividad eléctrica en minicerebros de laboratorio

El hallazgo podría llevar a la cura de males como autismo o epilepsia, según los investigadores de EU

 
Periódico La Jornada
Martes 3 de septiembre de 2019, p. 3

Washington. Por primera vez, científicos detectaron actividad eléctrica en cerebros del tamaño de un chícharo cultivados en laboratorios, abriendo camino para encontrar solución a afecciones neurológicas y responder preguntas sobre cómo se desarrolla nuestra materia gris.

No se tiene claridad sobre si los minicerebros tienen conciencia. El equipo de investigación cree que no, pero no pueden asegurarlo, por lo que se abre una nueva dimensión ética en esta área de investigación creciente.

Los llamados organoides cerebrales derivados de células madres adultas han existido durante aproximadamente una década, pero nunca antes habían desarrollado redes neuronales funcionales.

Si me hubieras preguntado hace cinco años si creía que un organoide cerebral podría tener alguna vez una red sofisticada capaz de generar una oscilación cerebral, habría dicho que no, señaló Alysson Muotri, bióloga de la Universidad de California en San Diego.

Un estudio publicado el jueves por Muotri y otros de sus colegas en la revista Cell Press dijo que parte del avance fue encontrar un mejor procedimiento para cultivar células madres, incluyendo la optimización de la fórmula del medio de cultivo.

Cuestión de tiempo

La otra parte los sorprendió al principio, pero también fue intuitiva cuando pensaron en ello: sólo hay que dejar tiempo suficiente a las neuronas para que se desarrollen, igual que los cerebros de los bebés nonatos se desarrollan en el útero.

El equipo comenzó a detectar estallidos de ondas cerebrales de los organoides hace aproximadamente dos meses.

Las señales eran escasas y tenían la misma frecuencia, un patrón visto en cerebros humanos muy inmaduros. Pero a medida que crecieron, producían ondas cerebrales a diferentes frecuencias y aparecían más regularmente, lo que sugiere un mayor desarrollo de sus redes neuronales.

Foto
▲ Imagen proporcionada por Alysson Muotri de la Universidad de California, en San Diego, que muestra una sección transversal de un organoide cerebral; se observa la formación inicial de una placa cortical, con cada color que marca un tipo diferente de célula cerebral. Hasta ahora, no está claro si los minicerebros son conscientes: el equipo detrás del avance sospecha que no.Foto Afp

Los primeros organoides se usaron para modelar lo que sucede cuando el cerebro está expuesto a enfermedades como el virus del Zika, que causa malformaciones físicas. Pero también hay afecciones neurológicas, como el autismo, la epilepsia y algunos padecimientos siquiátricos, en que los problemas se dan por la conexión de la red cerebral y no por malformaciones.

Creando organoides cerebrales a partir de las células madres de individuos con estas afecciones, los científicos podrían modelarlos mejor y tal vez encontrar curas algún día.

También esperan responder preguntas fundamentales. Muotri destacó que el desarrollo de organoides se estancó entre los nueve y los 10 meses.

Tengo curiosidad por eso. Me pregunto si es porque no tenemos un sistema de vascularización para permitir que los nutrientes entren, o podría ser que simplemente nos falte estimulación en forma de información sensorial. Muotri espera probar ambas hipótesis.

Sobre si los organoides cerebrales son conscientes, Muotri dijo que sospecha que no, debido a su etapa temprana de desarrollo.

“Pero si me preguntas: ‘¿Cómo sabes?’ Yo diría que no tengo evidencia, porque ni siquiera sabemos cómo detectar la conciencia en otros sistemas”, apuntó.

A medida que nos acerquemos al cerebro humano irán apareciendo preguntas éticas, explicó, y propuso regular el campo igual que se hace con las pruebas con animales.