Martes 3 de septiembre de 2019, p. 2
Madrid . La estructura del cerebro del perro varía según las razas y se correlaciona con comportamientos específicos, indica una nueva investigación publicada en la revista JNeurosci.
Estos hallazgos muestran cómo, al criar selectivamente ciertos comportamientos, los humanos han moldeado el cerebro de su denominado mejor amigo
.
Durante varios cientos de años, los humanos han criado selectivamente perros para expresar características físicas y de actuación específicas.
Erin Hecht, profesora del departamento de biología evolutiva humana de la Universidad Harvard, en Estados Unidos, y sus colegas investigaron los efectos de esta presión selectiva en la estructura del cerebro mediante el análisis de imágenes de resonancia magnética de 33 razas caninas.
El equipo de investigación observó una amplia variación en la estructura del cerebro que no estaba simplemente relacionada con el tamaño del cuerpo o la forma de la cabeza.
Luego examinaron las áreas del cerebro con la mayor variación entre las razas. Esto generó mapas de seis redes cerebrales, con funciones propuestas que variaban desde la vinculación social hasta el movimiento, que estaban asociadas con al menos una característica de comportamiento. La variación se correlacionó con la anatómica en esas redes.
Los investigadores apuntan que estudiar la variación neuroanatómica en perros ofrece una oportunidad única para indagar la relación evolutiva entre la estructura y el comportamiento del cerebro.