Domingo 25 de agosto de 2019, p. 5
Durante años, cuando la zona poniente de la Ciudad de México estaba rodeada de zonas de cultivo, se pensó que un pequeño montículo que se veía a lo lejos era una elevación natural, sin embargo, estudios arqueológicos demostraron que era artificial: vestigios de edificaciones prehispánicas que dan nombre a la zona arqueológica de Mixcoac, abrió este sábado al público de manera oficial.
La zona recibía visitantes en distintos momentos de su historia, y en años recientes sobre todo de escuelas, pero no existían las condiciones para su apertura. Ahora, la zona cuenta con una sala introductoria, señalética, estacionamiento, sanitarios, convirtiéndose así en la número 194 de zonas abiertas al público en custodia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La zona arqueológica de Mixcoac se encuentra en la calle Pirámide número 7, bajo la lateral del Periférico, a unas cuadras de la estación San Antonio del Metro, y a un costado del Centro Cultural La Pirámide. La primera descripción arqueológica del sitio la realizó Francisco Fernández en 1916, y en 1920 se hizo la primera publicación académica del sitio en la que Fernández identificó el topónimo de Mixcoac en el mapa de Uppsala, una representación de la Cuenca de México posiblemente realizada por alumnos del Colegio Imperial de la Santa Cruz de Tlatelolco, a 30 años de la Conquista, entre 1536 y 1550
, de acuerdo con la cédula que se encuentra justo afuera de la sala introductoria. También en 1920, el arqueólogo Eduardo Noguera realizó la primera excavación de lo que se conocía como el Teocalli de San Pedro de los Pinos.
Mixcoac se diseñó para estar al aire libre, señaló el coordinador nacional de Arqueología, Pedro Francisco Sánchez Nava. Abrir una zona arqueológica es como tener un hijo, no es el fin de algo, sino el principio. Tenemos que preocuparnos por que esta zona siempre esté en condiciones de recibir visita pública, es el reconocimiento a más de 100 años de investigación en esta zona, desde 1916
.
Por ahora no hay planes de abrir otra zona al público en la Ciudad de México; próximamente se abrirán espacios más pequeños. “Más que zonas, que ya implica términos jurídicos y académicos, son sitios arqueológicos en Azcapotzalco, Xochimilco, cerca de Tlatelolco y de Tepito; son muchísimos los proyectos que estamos llevando a cabo a través de salvamentos arqueológicos.
Ante la construcción del Tren Maya existe la posibilidad de abrir tres zonas arqueológicas. “Podrían ser Xcabal, en Quintana Roo; Kulubá, en Yucatán, y Nadzca’an, en Campeche. Hay que cumplir una serie de prerrogativas sobre todo las condiciones de la tenencia de la tierra”.
Tajín
Respecto de los daños causados en la zona aledaña a la zona arqueológica de Tajín, Sánchez Nava sostuvo que se hizo una obra en un área aledaña a la zona de monumentos. Hay que definir la propiedad de los terrenos; al parecer son del gobierno el estado. Son invasores que sí afectaron. Ya se levantaron las denuncias correspondientes, el daño se contuvo; hay más de 30 denuncias penales, que hay que fundamentar; para eso hay que hacer un trabajo pericial. Los vestigios son propiedad de la nación, conviven con estos espacios y tienen que ser respetados
.
Aún no se ha determinado qué se destruyó con la entrada de camiones. Se tienen algunos vuelos Lidar en el área, y a partir de eso se puede definir con un peritaje muy puntual el nivel de afectación y se tomarán las medidas. Por lo pronto la invasión ya se detuvo
.
Se ha dicho que provocó fracturas en la Pirámide de los Nichos, es una falsedad absoluta; fueron máquinas para levantar tierra, no tiene nada que ver con lo que existe en la zona. Hay fisuras en los edificios por una falla geológica localizada que cruza la zona arqueológica
, sostuvo Sánchez Nava.